Luego de dos años de su aprobación, se reglamentó y aguarda la firma presidencial la normativa que habilita y establece condiciones para la faena y comercialización de lechones, conejos, pollos y corderos a productores familiares. La iniciativa, presentada por el diputado del Partido Colorado, Juan Carlos Moreno tiene la firma del ministro de Ganadería Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, y brinda solución a un reclamo que data de al menos cuatro décadas.
“La Ley 20.097 fue votada el 2 de diciembre de 2022 y actualizada por segunda vez para poder darle un marco reglamentario a través de la normativa. Es una ley que nace desde este territorio porque fue un compromiso en el inicio de la legislatura, luego de recorrer una problemática con el abigeato y de contralor, en cuanto a la venta de corderos y lechones, principalmente a fin de año”, dijo Moreno a EL TELEGRAFO.
Luego de presentar el proyecto de ley, “las mesas de desarrollo rural de Paysandú sumado a las mesas de desarrollo regionales, presentaron una iniciativa parecida. Con todos los elementos, se trabajó en la comisión de Ganadería y se comenzó a recorrer el país para absorber información sobre las diferentes necesidades”.
Realidad nacional
Comparó que “en Uruguay existen la prohibición de caza de carpincho, sin embargo, tenemos criaderos de carpincho y la única solución es exportarlos a la República de Taiwán. Por eso, era necesaria una herramienta para la faena de una carne muy rica para consumo, con todas las habilitaciones del Ministerio de Ganadería (MGAP) y respaldada por la normativa. Pero la única alternativa para el carpincho, es la exportación en pie”. En este sentido, la normativa alcanza a la faena de productos no tradicionales.
“Incluso veíamos esa herramienta para pequeños productores como una alternativa. Los corderos, lechones y producciones no tradicionales del país necesitan una salida, bajar los costos y tener acceso a mercados en lo inmediato, sin costos de industrialización”.
La ley está dirigida a un segmento de pequeños productores, que se encuentra bajo la égida de la Dirección General de la Granja (Digegra). “Es una habilitación responsable para quienes quieren hacer las cosas bien y acceder a la faena predial artesanal, con viabilidad. Tampoco es la habilitación de la faena bajo un árbol, sino que se exigen condiciones básicas. Junto a la normativa, va un manual de buenas prácticas de faena y de inocuidad del producto para asegurarle al consumidor la calidad y el origen de los animales en cuestión”.
Moreno reconoció que “todo ese proceso se demoró y generó dudas. Pero es una solución que se estaba esperando desde hace más de 40 años”.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, “se manifestó de acuerdo con la iniciativa que ahora se encuentra en su escritorio a la espera de la firma. Ya pasó por todas las divisiones del MGAP y cuenta con la firma del ministro Fernando Mattos. Nuestra alegría no es solamente porque nace desde el departamento de Paysandú ni porque es un proyecto presentado por mí, sino por el alcance que tendrá sobre quienes quieren hacer las cosas bien y producen, pollos, lechones, conejos o no tradicionales”.
Habilitaciones
Moreno aseguró que en el proceso de faena estarán las habilitaciones y controles necesarios por parte del MGAP y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), así como la Digegra. “Se solicita que el productor avise quince días antes de la faena con la habilitación de un veterinario de libre ejercicio para lograr la habilitación del predio donde se efectuará la faena predial”.
En este marco, recordó los incentivos que se brindan a los productores chicos son incluidos “hasta en convenios con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) para darle ovejas a las mujeres rurales con destino a la producción. Después no saben qué hacer, y eso que hablamos de cuatro o cinco corderos. Con esto se le da la herramienta para que puedan hacerlo artesanalmente con las garantías de inocuidad y calidad. De alguna manera, también se certifica con trazabilidad en origen”.
Explicó que “en otros países del mundo se hace este tipo de faena artesanal predial y en Uruguay no nos animábamos. Pero con el respaldo del ministro Mattos, el Director de Granja, Nicolás Chiesa y la directora técnica de la Granja, Natalia Martínez, se trabajó mucho para hacer realidad esta iniciativa”.
Según Moreno, “incluso es una herramienta de combate al abigeato. Porque aquel que cuente con las habilitaciones podrá transitar con el producto de su faena artesanal y no será molestado por las autoridades. Porque en el decreto reglamentario se habla de las cuotas de faena y seguramente de un precintado con una declaración jurada, como de costumbre”.
La ley anterior y la ley actual sobre la faena clandestina siguen vigente. “La única especie que no ingresa en esta normativa de la faena predial es el bovino por una cuestión natural de trazabilidad, donde las exigencias de faena son otras. Salvo para el autoconsumo, como existió siempre, donde cada establecimiento puede faenar y autoconsumir lo que produce”.