El empresario Gregorio Pérez Companc murió este viernes a los 89 años. Goyo –como se lo apodaba– era uno de los principales empresarios de la Argentina. Se hizo fuerte el negocio del petróleo y llegó a acumular la cuarta fortuna familiar más grande de la Argentina, valuada en 4.200 millones de dólares, según el ranking de la revista Forbes.
Junto con su familia, era dueño de uno de los grupos más infuyentes del país, con empresas como la alimenticia Molinos Río de La Plata y PeCom, energética.
Nació el 23 de agosto de 1934 en la provincia de Buenos Aires y fue adoptado a los 11 años por Margarita Companc de Pérez Acuña y Ramón Pérez Acuña, quienes tenían otros tres hijos.
La fortuna de los Pérez Companc se remonta a 15 años antes de su nacimiento, cuando su familia adoptiva fundó San Benito, en 1919. La compañía se dedicaba a la cría de ovejas para la comercialización de lana. Años más tarde, en 1946, la familia Perez Companc compró dos barcazas de la Segunda Guerra Mundial a Estados Unidos, con las que crearon su propia empresa naviera. También entraron al negocio forestal, cuando adquirieron el Establecimiento Forestal San Jorge, en Misiones, en el año 1956. Apenas dos años después (1958) el grupo familiar le dio vida a la Petrolera Perez Companc, dedicada a la perforación y terminación de pozos petrolíferos y gasíferos.
Sus hermanos murieron sin dejar descendientes: primero Jorge Joaquín, en 1959, luego Carlos en 1977, y por último Alicia en 1992. Así, el destino puso a Goyo en lo más alto del establishment argentino. Los primeros pasos en el negocio petrolero los dio trabajando en YPF en 1966. Participó en diferentes proyectos mineros, hidroeléctricos, petroquímicos, de telecomunicaciones y de transporte y almacenaje, en el país y resto de Latinoamérica. También fue titular del Banco Río de la Plata y de SADE S.A.
Molinos se convirtió en la principal compañía del holding, es uno de los gigantes alimenticios del país, en cuyo portfolio se destacan marcas como Granja del Sol, Exquisita, Lucchetti, Matarazzo, Preferido, Vitina, Cocinero, Lira, Blancaflor, Nobleza Gaucha, Favorita, Don Vicente, Don Felipe, Chocoarroz, Nieto Senetiner, RucaMalen, Minerva, Gallo, Terrabusi (pastas), Arlistán y La Salteña, con más de 2.500 empleados. Al lo largo de los años, fue diversificando sus inversiones productivas y logró consolidarse como uno de los empresarios más influyentes del país a través del Grupo PeCom. Se casó con María del Carmen Sundblad, fundadora de la cadena de heladerías Munchis, con quien tuvo siete hijos –la mayor falleció– y creadora de Temaikén. Anunció su retiro de los negocios en 2009 y le cedió la posta del holding a sus hijos. En mayo pasado se supo que tres de ellos les compraron a sus hermanos las principales compañías del grupo en unos U$S 550 millones.
Así, Luis Pérez Companc –actual cabeza del conglomerado empresarial– junto a sus hermanas Rosario y Pilar, se quedaron con el control de Molinos Río de la Plata, Molinos Agro y la petrolera Pecom.