Un artículo publicado por Dail News Hungary aborda el tema de la miel falsa, y subraya lo “importante” que es “evitar que los productos de calidad se mezclen con las falsificaciones”, aun cuando éstas se hacen tan fácilmente por quienes se dedican a las adulteraciones: por ejemplo mezclando miel con jarabe de azúcar, “uno de los métodos más comunes para producir miel falsa. La mayoría de las veces, cuando se hace miel falsa, se hace mezclando directamente el jarabe de azúcar con la miel o alimentando a las abejas con jarabe de azúcar, mientras construyen su colmena y recolectan néctar”.
Semanas atrás, un artículo de Todo El Campo señalaba que un estudio de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, indica que luego de analizar 320 muestras (de miel) consumidas en 18 países, en 140 casos no se pudo verificar si se trataba de un producto adulterado, y cerca del 46% de la miel importada por la Unión Europea no es miel auténtica o no cumple con la normativa comunitaria.
Además, el Centro de Investigación Conjunta de la Unión Europea determinó que las muestras de miel provenientes de China y Turquía eran falsas. En el caso de China, el 74% era un producto adulterado que no cumplía con la normativa europea; y el 93% de la “miel” traída de Turquía no era auténtica.
El mes anterior, en noviembre de 2023, Todo El Campo publicó: “Parlamento Europeo votó etiquetado obligatorio detallando el origen completo de la miel importada. Será el fin de la miel falsa de China y Turquía. España y Alemania son destinos importantes de la miel uruguaya”.
Evidentemente, en Europa crece la preocupación –que aquí se comparte– por el ingreso de mieles adulteradas. Ellos porque son estafados y terminan consumiendo un producto que no es lo que dice ser, y nosotros porque se distorsiona el mercado y nos deja fuera de juego.
HUNGRÍA
Lo positivo es que esa preocupación europea conduce a la acción y ahí se generan las investigaciones para encontrar la forma de controlar e impedir el ingreso de mieles falsas. Dail News Hungary informó que “investigadores húngaros han probado una nueva forma de distinguir la miel real de la falsa”, lo que el mismo medio define como “un verdadero cambio de juego en la detección de miel falsa”.
Se trata de investigadores de la Universidad de Semmelweis y la Universidad Húngara de Agricultura y Ciencias de la Vida.
Los profesionales de esas casas de estudio “han trabajado juntos en el desarrollo de un método más eficiente para diferenciar las mieles”, y “en comparación con otros métodos, este procedimiento recién descubierto es mucho más rentable y bastante más rápido”.
Consiste en “diseccionar las pequeñas diferencias en los componentes de la miel. Principalmente ayuda a diferenciar los componentes naturales de los ingredientes agregados, lo que facilita los métodos analíticos hasta ahora extremadamente costosos. Es probable que el nuevo método se convierta en una mejor técnica para detectar la manipulación de la miel en el futuro”, destaca.
Además, el método “puede confirmar con una tasa de éxito mucho mayor el origen botánico o geográfico, la adulteración o el sobrecalentamiento”.