El hecho más llamativo de la Exposición de Reproductores de Durazno fue pisar barro después de tantos meses de escasez de lluvias, y que determinadas razas ovinas durante una parte de la mañana tuvieron que ser calificadas bajo techo, a causa de las precipitaciones que cayeron en esa zona del país.
Las primeras razas que se calificaron en la mañana debieron buscar “un refugio” para ser juradas, ya que al promediar la mañana dejó de llover y se trabajó en las diferentes pistas al aire libre en el resto del día.
El presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Miguel Sanguinetti, expresó que “un Durazno con lluvias y que de repente se complique la jura de los lanares no es común. Lo común es el calor y altas temperaturas”, dijo.
Reconoció que “venimos de cuatro a cinco meses en el sector agropecuario muy complicados, conjugándose la seca, la baja de los precios, baja del dólar, y cierta complicación de los mercados, especialmente de la lana, además de la dificultad de colocar ovinos en los frigoríficos, lo que hace que el ánimo de la mayoría de los productores no sea el mejor”.
De todas maneras señaló que “la zafra es la zafra y los productores tienen que encarnerar, y para todas las dificultades mencionadas anteriormente, la zafra de venta de carneros y vientres viene obteniendo promedios muy buenos, y lo más importante, que la producción vaya colocándose”.
El titular de la institución ovina tiene expectativas de que “continúe lloviendo y que el otoño sea bueno y el invierno lo más suave posible, además de aprovechar las oportunidades que se vienen para adelante, como el de la carne, tanto vacuna como ovina, y para aprovecharla hay que tener comida”.
Al referirse a las diferencias claras de la actualidad, entre producir lana fina o animales carniceros, sostuvo que “la gente cada vez más se va a especializar, y eso lo vemos en el norte con las lanas finas y super finas, haciendo por suerte buenos negocios”.