Ayer, 18 de octubre, terminó la Semana Nacional de la Seguridad Vial 2024. ¿No se había enterado? No se preocupe, no fue solo usted. Es solo que este año las actividades en el marco de esta convocatoria se realizaron de forma descentralizada, es decir en el Interior, y solamente en algunas ciudades, con lo que la repercusión que se logró fue realmente reducida, si es que tuvo alguna.
“Estamos recorriendo el país para promover más seguridad vial, para hacer foco en el futuro formando a los niños, y fortaleciendo los recursos de enseñanza”, señala la publicación promocional en la página de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, donde además se informaba de las actividades cumplidas en plazas de deportes de Santa Lucía, Nueva Helvecia, Mercedes, Tacuarembó y Pando.
También se podrían haber organizado actividades localmente, por supuesto, no se trata con esto de reprochar a la Unasev, o al menos no exclusivamente a la Unasev, que organizó las actividades mencionadas en las que hizo entrega de un set de señales de tránsito a las Plazas de Deportes, con el objetivo de crear circuitos viales con los que promover prácticas seguras en el tránsito. Paysandú ya cuenta con un circuito de este tipo en el parque París Londres, cabe señalar.
Ojo, tampoco se puede afirmar que no se haya hecho nada por la seguridad vial. Sería un disparate, además de una falsedad. Sin ir más lejos, pocos días atrás el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, afirmó que se han invertido “casi 500 millones de dólares en un período de 4 años y poco, solamente en seguridad vial”. Lo dijo durante la inauguración del estand de Unasev en la reciente Expo Prado.
Falero expresó allí que el trabajo por la seguridad vial “va más allá de un gobierno, nos convoca a todos como sociedad y nos debe responsabilizar a todos para transitar un camino que mejore realmente la situación que se vive en el tránsito de nuestro país, tanto a nivel nacional como departamental”.
En este aspecto destacó los avances hacia la implementación de la libreta de conducir por puntos y el papel que juega la educación de quienes van a conducir por primera vez. “Me consta también que vienen trabajando y lo están haciendo muy bien para poder definitivamente instruirnos y educarnos cómo debemos circular por nuestras rutas y nuestras calles a lo largo y a lo ancho del país. Teniendo presente que una reglamentación nacional de tránsito debe cumplirse, de lo contrario es muy difícil poder revertir esta pandemia”.
Pero sobre todo refirió al métier de su cartera, que es atender la infraestructura vial para mejorar de ese lado la seguridad en el tránsito.
Desde este punto de vista hubo en los últimos años, como bien lo señala el ministro, “una inyección de obra pública para acondicionar nuestras rutas, nuestros puentes de mejor manera de lo que estaban; logrando llegar a un monto récord de inversión en seguridad vial”.
Entre las acciones que el jerarca destacó con este propósito mencionó el cierre de rotondas abiertas “que son temas que sin duda allí tenemos datos estadísticos en nuestra dirección, claramente que eran lugares de alto siniestro y generalmente siniestros fatales”, pero además de obras de otro tipo, más importantes en el requerimiento de inversión como los intercambiadores a desnivel y duplicación de rutas, que se ven sobre todo en el sur del país, en el eje de las Rutas Interbalnearia, 8 y 9.
El riesgo de parecer repetitivos e insistentes lo asumimos en cuanto el problema a atender la demanda. Recodemos que por los datos que maneja la Organización Mundial de la Salud, 1 millón 350 mil personas mueren cada año en el mundo por causa de la siniestralidad vial. Venimos, durante la propia Semana Nacional de la Seguridad Vial, de atravesar una seguidilla de incidentes lamentables, con varias personas fallecidas en las rutas nacionales. Según la misma Unasev, durante el año 2023 Uruguay registró 422 fallecidos en el tránsito. La tasa de mortalidad de los siniestros viales fue de un 11,8 cada 100.000 habitantes, 51,9% de las muertes fueron en vías de jurisdicción departamental y 48,1% en rutas nacionales. El 61,2% de los fallecidos circulaba en moto, mientras que, en las rutas nacionales, el 48,3% de los fallecidos circulaban en auto o camioneta, y el 31,5% en moto. El 16,4% de los fallecidos tenía entre 20 y 24 años y el 10,9% entre 25 y 29.
Aproximadamente la mitad de los siniestros fatales ocurren los fines de semana, más de la mitad de los fallecimientos ocurren en el mismo lugar del hecho, el resto en servicios asistenciales como consecuencia de las lesiones, directas o secundarias. Según se ha determinado, los errores más frecuentes que se registran en los conductores que protagonizan un siniestro de tránsito son: uso del celular, estar bajo efectos del alcohol, no uso de casco por parte de los motociclistas, sobrepasar los límites de velocidad, no parar ante señales de tránsito o luz roja, no prestar la debida precaución en presencia de lluvia y neblina, escuchar radio a muy alto volumen y rebasar de manera indebida.
En el marco de una Semana Nacional de la Seguridad Vial es importante que se lleven a cabo acciones coordinadas y que generen repercusión, con impacto no solamente a través de los medios de comunicación de masas, sino además en redes sociales y en acciones de comunicación en vía pública.
No decimos que se inviertan los mismos 500 millones de dólares que se destinan a mejorar la infraestructura, porque quizás sea demasiado dinero que retirar de otras áreas del presupuesto nacional, pero sí debemos considerar que tan importante como mejorar la infraestructura es tratar de llegar con mensajes claros y efectivos a quienes conducen para hacer entender que hay en juego cosas más importantes que llegar de pronto diez minutos antes a destino.
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