Pasado y futuro de las termas
El próximo fin de semana, entre el viernes y el domingo, la Intendencia de Paysandú y la Sociedad de Fomento de Termas de Guaviyú conmemorarán el 67.º aniversario de la perforación del pozo de agua termal. Las actividades por este aniversario, declaradas de interés turístico, incluyen una variada programación recreativa y cultural.
Las aguas termales existentes en el litoral uruguayo fueron descubiertas al hacerse perforaciones, a partir de la década del ‘40, en campañas de prospección de petróleo realizadas por el Estado. Surgen del Acuífero Guaraní y comenzaron a utilizarse con fines turísticos hace medio siglo.
Con un millón trescientos mil kilómetros cuadrados de extensión, el Sistema Acuífero Guaraní (SAG), que comparten Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay, es una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo y de él surgen las aguas termales de Guaviyú, así como otros centros termales del litoral uruguayo-argentino del río Uruguay.
Las Termas de Guaviyú comenzaron a utilizarse hace medio siglo. La perforación fue realizada en 1957, alcanzando una profundidad de 1.109 metros, en trabajos a cargo de la empresa Golyer and Mac Naughton Inc., contratada por Ancap para prospecciones de petróleo en el norte del país.
El 5 de agosto de 1963 la Junta Departamental autorizó al Ejecutivo Departamental del momento a comprar el predio de Termas de Guaviyú. Se trataba de 109 hectáreas delimitadas por el arroyo Guaviyú, la ruta 3, la vía férrea y un camino vecinal. La compra se efectivizó el 1º de febrero de 1965. Hasta 1972 el agua termal surgía del caño original de la perforación y solo se utilizaba en dos piletas pequeñas de aproximadamente 3 por 4 metros ubicados a ambos lados del caño, una para baños de mujeres y otra de hombres.
Las construcciones de la época eran un parador, un par de ranchos que hacían de vivienda y un bar. La gente iba a estas termas generalmente los fines de semana en tren dado que al fondo del predio había una parada del ferrocarril y se podía acampar.
A partir de 1972 con el entubamiento del pozo termal se inició una etapa de crecimiento hasta la década de los años ‘80 del siglo XX. En los años siguientes se realizaron inversiones en motelería, piscinas, energía eléctrica, servicios sanitarios y lavaderos, zona de camping y centro comercial, una zona para deportes, las construcción del salón auditorio, jardines y –frente a las termas– la construcción de un hotel privado, el Villagio Guaviyú. Posteriormente, en 1986 se realizó el primer llamado para la construcción de un hotel dentro de Termas, aspiración que hasta el momento no se ha concretado.
Entre los años ‘80 y 2000 creció el turismo interno y se construyeron cabañas en régimen de concesión, además de realizarse una serie de estudios, diagnósticos, lineamientos estratégicos y perfiles de inversión para el desarrollo del centro termal, comenzando también su urbanización. En 1997, por decreto de la Junta Departamental, las Termas de Guaviyú fueron declaradas Balneario y Centro Poblado.
Estos antecedentes, así como el proceso por el cual este lugar se convierte en turístico y en particular el papel de las políticas públicas y cómo juegan otros actores en este proceso de construcción social del espacio turístico, fue abordado en el libro “Medio siglo de turismo termal en Uruguay (1957-2007), publicado en 2014 por el sanducero Claudio Quintana. Este ofrece una mirada desde las políticas públicas, del papel de otros actores, de la relación con el territorio y el proceso de urbanización para el turismo.
Señala este autor que el papel de la administración pública ha sido clave para el desarrollo del centro termal y su centro urbano, pero opina que es a través de “la cooperación de los ámbitos público y privado, respetando las particularidades e intereses legítimos de cada uno, como es posible establecer estrategias e instrumentos de cualificación de los destinos turísticos” y que para que ello sea posible “tanto en el municipio como en el territorio inmediato en que este se inserta se han de asumir los nuevos retos debiendo ser capaces de asumir su propia transformación”. En este sentido, entiende importante avanzar en el proceso de descentralización, que plantea como uno de los principales desafíos para la administración pública de Termas de Guaviyú.
“En el pasado, la poca inversión, la mayoría de los equipamientos e instalaciones turísticas derivados de los años ‘70 y ‘80, la poca incorporación de avances tecnológicos, la baja formación profesional tanto de los privados como públicos, la mala calidad de los servicios del sector privado, los temas ambientales aún no resueltos, la pérdida de competitividad con respecto a otros centros termales han sido algunas de las características del modelo de Termas de Guaviyú”, señala el investigador.
Se trata de una enumeración de problemas que, efectivamente, han acompañado el desarrollo histórico del centro termal y si bien varios registran avances, en otros hay mucho margen para innovar y mejorar.
Las mejoras introducidas en los últimos años han sido más que necesarias y su incorporación evidencia el interés de la administración pública de distintas gestiones departamentales por dotar a las termas de mayores servicios e infraestructura para el visitante. No obstante, queda aún por delante un arduo trabajo por realizar en el camino de consolidar a Termas de Guaviyú como un destino turístico competitivo en el escenario nacional y regional.
Sería bueno también que en el marco de la ya próxima campaña para la elección del gobierno departamental, se pueda debatir ampliamente sobre los planes de desarrollo turístico para el departamento y el lugar que en ellos se otorga a los centros termales de Paysandú. En lo inmediato, el próximo fin de semana será el momento de festejos y conmemoraciones que también son oportunas y necesarias. → Leer más