“No habrá tanquetas en las calles”, aclaran ediles de Alianza Nacional

Un grupo de ediles independientes de Alianza Nacional en las últimas horas reafirmó que participa activamente de la campaña “Firmamos por más seguridad, Vivir sin miedo” que lanzó el senador Jorge Larrañaga.
Los ediles Williams Martínez, Braulio Álvarez, Gabriela Gómez, José Pedro Illia, Roque Jesús y Mario Martínez dijeron que están en total sintonía con lo expresado por Larrañaga al dar inicio a la campaña. Entonces dijo que “tenemos que luchar por el trabajo, por supuesto, tenemos que luchar por mejor salud y mejor educación, por supuesto, por mayor descentralización, pero todos esos objetivos no se pueden alcanzar si previamente no tenemos asegurada la paz pública, el derecho fundamental a vivir sin miedo, como es la consigna que nos une hoy”.
Los ediles de Alianza Nacional destacaron que se instalarán más de diez puestos fijos para recoger firmas -“algunas ya se han instalado”- al tiempo que se desarrollará una campaña barrial “con el fin de informar, difundir y levantar firmas”.
“Es bueno aclarar que no habrá tanquetas ni fusiles de alto alcance, como se ha dicho por parte de varios actores políticos que pretendieron generar sombras, tratando la propuesta como una amenaza a las instituciones”, agregaron.
“Lo que sí se hará es establecer una guardia nacional con integrantes de las Fuerzas Armadas, no se van a copar las ciudades, sino que una guardia nacional que además tendrá efectivos del Ministerio del Interior y dentro del marco regulatorio de ley policial y demás normas vigentes”, explicaron más adelante.
En ese sentido destacaron que “de hecho ya se aplica porque estamos en áreas limítrofes; autoriza al ejército actuar desde la franja fronteriza hasta 20 kilómetros en territorio. Así que en Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano, Colonia, Rivera, Rocha, Cerro Largo y Treinta y Tres está vigente. De hecho cuando ocurrió la tragedia del tornado en Dolores, para evitar saqueos este gobierno mandó a las Fuerzas Armadas, para proteger los derechos y pertenencias de las personas. Ahí nadie juzgó la presencia militar”.
“No solo no es cierto sino que resulta extraño el miedo que se pretende establecer en la comunidad, como si lo que se quiere es poner en la calle militares armados a guerra”, indicaron antes de señalar su extrañeza porque “nadie protesta cuando salen a la calle los militares para barrer las hojas en otoño o para ayudar a los damnificados en las inundaciones”.

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