Con toque femenino

De algo no podrán, a priori, achacar al nuevo presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez: que sea machista. El novel Ejecutivo, que entró en funciones el jueves, es el más femenino de la historia de España, y con un marcado acento europeísta. Además de apuntar a la igualdad de género, el recurso apunta a brindar una bocanada de aire a un ambiente político tenso y en permanente disputa.
Las 11 mujeres y los seis hombres –entre ellos un astronauta, Pedro Duque, a cargo de Ciencia– del gobierno del líder de 46 años del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), asumieron el control de los ministerios, hasta ahora en manos del gobierno saliente del conservador Mariano Rajoy, tumbado el viernes 1º con una moción de censura. El actual es el más femenino de la Unión Europea, por delante de Suecia (12 mujeres, 11 hombres).
Sin embargo, con apenas 84 diputados sobre 350 en la Cámara Baja, será el gobierno más minoritario en 40 años de democracia en España, lo que le augura un difícil trabajo para llegar al fin de la legislatura previsto en 2020. Todo un desafío. Dependerá en gran medida del margen que le den Podemos (izquierda radical) y los nacionalistas vascos y catalanes, que apoyaron la moción de censura contra Rajoy.
“Este gobierno tiene que trabajar cada día para lo más importante de la democracia: achicar las desigualdades” entre hombres y mujeres, aseveró el jueves la nueva vicepresidenta, Carmen Calvo, tras asumir su cargo. De hecho, la primera ley que debatirá el Congreso de los Diputados busca que los funcionarios del Poder Judicial “tengan formación en violencia de género”, anunció la portavoz parlamentaria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Adriana Lastra.
Para garantizar “la estabilidad”, Sánchez se comprometió a gobernar lo que queda de 2018 con el presupuesto elaborado por el conservador Partido Popular y pendiente de tramitación en el Senado, que incluye un aumento de entre el 1% y el 3% de las pensiones más modestas e incrementos salariales para funcionarios. En una España que vivió el 8 de marzo una inédita huelga feminista, Sánchez designó a mujeres en carteras muy destacadas. La fiscal antiterrorista Dolores Delgado en Justicia, la portavoz parlamentaria Margarita Robles en Defensa, Magdalena Valerio en Trabajo, Isabel Celaá como titular de Educación y portavoz del Ejecutivo.
Pero sobre todo dos mujeres dirigirán el equipo económico de su gobierno, que tendrá la prioridad de cumplir el compromiso europeo de reducir el déficit público del 3,1% del año pasado al 2,2% en 2018: en hacienda María Jesús Montero y en Economía Nadia Calviño, con una experiencia de 12 años en altos cargos en Bruselas.
Además de Calviño, Sánchez colocó en Exteriores a Josep Borrell, expresidente de la Eurocámara de 2004 a 2007, para marcar la postura europeísta de su gobierno, en plenos preparativos del Brexit y cuando en Italia acaba de asumir un gobierno euroescéptico.
Borrell, un catalán de 71 años que destacó en los últimos meses por sus duras críticas al separatismo regional, advirtió que España “se enfrenta quizás al mayor problema al que se puede enfrentar un país, que es su integridad territorial”.
Mientras tanto, los muchachos de Podemos, la otra izquierda, pero que quedó fuera del gobierno, harán su trabajo de tire y afloje para presionar por sus propuestas so pena de hacer caer la administración de los socialistas.
“Podemos busca su sitio en el nuevo escenario político. Con el PSOE, su gran rival por la hegemonía de la izquierda, gobernando desde La Moncloa. Es por eso que Pablo Iglesias presiona a Pedro Sánchez para jugar un papel protagonista y poder colocar también el sello de Podemos en las nuevas políticas que se alumbrarán en los próximos meses. Para no quedarse descolgado y perder influencia a ojos de los votantes de izquierdas. Sobre todo tras el varapalo y enfado que ha causado quedarse fuera del gobierno”, señala un análisis del diario El Mundo de Madrid.
“El peligro para Podemos es que sea Sánchez quien rentabilice ahora las medidas sociales o económicas y La Moncloa se convierta en la gran plataforma política del PSOE de cara a las elecciones generales.
Es por eso que Podemos mueve ficha y ha reunido este viernes (por ayer) en Madrid el espacio Rumbo 2020, que es su foro político de análisis que aglutina también a Izquierda Unida y a las confluencias catalana (En Comú Podem) y gallega (En Marea)”, añade el matutino.
Y otro de los retos para el gobierno de Sánchez es, por supuesto, el asunto de Cataluña, que acaba de recuperar su autonomía suspendida tras la fallida declaración de independencia en octubre pasado.
En Barcelona, el gobierno separatista catalán, dijo esperar que se pueda producir una reunión entre Sánchez y el presidente regional Quim Torra, un independentista del ala dura que sigue preconizando una república catalana.
Por de pronto, no es un camino de rosas el que espera a Sánchez por delante.
En la formación del gobierno buscó nuevas caras, nuevos perfiles, para abordar temas espinosos y para sacar del atolladero a un país que aún se resiente de la crisis de hace unos seis años.