¡Adentro!

Escenario: Rostov Arena (Rostov). Público: 42 mil personas. Árbitros: Clément Turpin, Nicolas Danos, Cyril Gringore (FRA).
Uruguay: Fernando Muslera; Guillermo Varela, José Giménez, Diego Godín, Martín Cáceres; Carlos Sánchez (Nahitan Nández 82), Rodrigo Bentancur, Matías Vecino (Lucas Torreira 59), Cristian Rodríguez (Diego Laxalt 59); Luis Suárez, Edinson Cavani. DT: Oscar Tabárez.
Arabia Saudí: Mohammed Al-Owais; Mohammed Al-Breik, Osama Hawsawi, Ali Al-Bulaihi, Yasser Al-Shahrani; Taisir Al-Jassim (Hussain Al Moqahwi 44), Abdullah Otayf, Hatan Babhir (Mohamed Kanno 75), Salman Al-Faraj, Salem Al-Dawsari; Fahad Al-Muwallad (Mohammed Al-Sahlawi 78). DT: Juan Antonio Pizzi.
Gol: Luis Suárez (23).

Dos partidos le alcanzaron a Uruguay para clasificar a los octavos de final del Mundial de Rusia 2018, y solo le resta definir si lo hará como primero o segundo del Grupo A.
Luego de 180 minutos mundialistas, la Celeste vive una realidad envidiable: derrotó ayer a Arabia Saudita por 1 a 0, lo que le permitió sumar su segunda victoria en dos partidos (no se lograba desde el Mundial del 54), y de paso alcanzar la clasificación a los octavos de final de una cita mundialista por tercera vez consecutiva.
El equipo de Oscar Tabárez se las verá el próximo lunes ante Rusia, buscando sellar su pasaje como primero en la serie. Y si se quiere ir un poquito más allá, no es para dejar de lado el hecho de que Uruguay no solo no tiene lesionados, sino que de yapa tampoco ha sumado tarjetas amarillas.
La realidad, la fría realidad, es envidiable. Por eso le resultará poco creíble a quien no se haya sentado al frente del televisor para mirar los dos partidos de Uruguay (lo que parece difícil) decirle que otra vez la Celeste falló a la hora de plasmar en la cancha el fútbol que pretende. Costará entender que el equipo sigue sin encontrar el funcionamiento más allá de las variantes que intentó el entrenador a la hora de definir el equipo. Que costó armar circuitos de juego, que Cavani estuvo desaparecido y que Suárez marcó su primer gol en Rusia 2018 aprovechando un córner de Sánchez desde la derecha y la mala salida del golero.
Podrá costar entender que Arabia Saudita, que llegó con una derrota por goleada ante Rusia a cuestas, tuvo más la pelota en el balance general del partido, y que de no mediar la mala definición en un par de ocasiones podría haber llegado a la igualdad.
Uruguay volvió a no tener sorpresa, más allá de que mejoró en el complemento. Tocó la pelota de manera intrascendente, apostó prácticamente nunca a algún pase largo que le permitiera quebrar el trabajo defensivo del rival. Sánchez y Rodríguez, que tenían la tarea de poder soltarse en ataque, pudieron hacerlo en pocas ocasiones. Pero fue el primero el que tuvo la más clara, pero cabeceó solo y arriba en el segundo palo.
Suárez estuvo más movedizo, buscando superar la magra actuación del primer partido, pero tampoco estuvo cómodo.
Más allá del triunfo, de la clasificación (y de los cuatro millones de dólares que sumará la AUF por la clasificación), Uruguay no ha podido plasmar en la cancha la idea que pretende llevar adelante.
No apuesta a lo nuevo, sumergiéndose en el toque intrascendente de manera lateral; y tampoco a esa marca férrea en toda la cancha, buscando la recuperación y la salida rápida con algún pase largo.
Pero está del otro lado y jugará los octavos de un Mundial parejo, que no ha mostrado cucos pero tampoco equipos endebles.
Y, es de esperar, que el equipo pueda reaccionar y definirse futbolísticamente.