“Con un dólar más fortalecido, se reduce el atraso cambiario”

Un tema de constante reclamo de los productores agropecuarios y las empresas exportadoras es que se puede enfrentar con un dólar más fortalecido “el atraso cambiario que tenemos”, manifestó a EL TELEGRAFO el contador Rúben González. Con esta mayor firmeza, “ese atraso cambiario se puede reducir con respecto a lo que se tenía”.
El atraso cambiario implica, para el citado profesional, que “todos aquellos que perciben sus ingresos en dólares, cuando tienen que cambiar a moneda nacional para hacer frente a sus costos internos de producción –porque efectivamente son costos que se pagan dentro del país–, lleva a que se pueda estar en una mejor situación”.
Entiende que “siempre los aumentos de salarios, de la inflación en general, de los precios de los combustibles y de la energía eléctrica han llevado a que esos aumentos fueran mayor a la suba del dólar, por lo que en el momento de cambiar dólares por pesos para pagar esos costos resultaba una situación desfavorable, que se llama atraso cambiario”.
Explicó que “aumentaron los salarios en un 6,5%, uno de los principales costos del productor agropecuario, la inflación también se ubicó en 6,5%, aumentos en el costo de la energía eléctrica bastante más altos que estos, a lo que se suma el aumento del precio de los combustibles, cercano al 5% en algunos casos y no hubo un aumento del dólar en esos porcentajes. Esto determina que el nivel de costos aumentó más de lo que subía el dólar, por lo que se producía ese atraso”, dijo.
Se refirió además, a las afectaciones positivas o negativas que puede tener este aumento en la cotización del dólar en lo que va de mayo. “Aumento bastante significativo, porque en 15 días subió casi 6,13% aproximadamente. Hablamos de un dólar que arrancó el mes con un valor promedio de $ 28,96 y actualmente está posicionado en un promedio de $ 30,74 en el mercado local”. Este aumento del dólar puede tener dos tipos de afectaciones para el sector agropecuario, “una considerada positiva y otra, que la vamos a ver como una situación negativa o adversa, dependiendo de la situación de cada productor rural”.

POSITIVO

Esta suba del dólar de 6,13% en lo que va en estos 15 días “sería bueno y dable esperar que se mantenga en el tiempo, teniendo en cuenta que venimos de una situación en la que el precio de los cereales y oleaginosos ha venido aumentando. Por eso, poder obtener un mayor nivel de precio en dólares, con la moneda norteamericana cada vez más fortalecida, es uno de los factores que favorece al productor agropecuario”, dijo González.
Sostuvo que “si se hubiera dado, por ejemplo, una disminución en los precios de los granos, hubiera compensado este aumento del dólar y el resultado seguramente no sería el mismo”. Se refirió también a los bajos rendimientos que ha sufrido la producción agropecuaria en este último tiempo debido a las inclemencias climáticas, que ha llevado a menores niveles de rendimiento. “De no darse esta situación de un aumento sostenido del dólar, la afectación sería bastante peor. Por lo menos ahora, en la medida que se tengan bajos rendimientos, con menores cantidades producidas y vendidas, se tiene un dólar más firme, que va a permitir paliar un poco esa situación negativa en cuanto a cantidad producida”.

NEGATIVO

Lo negativo del aumento del dólar “se genera en los gastos que el productor tiene, que pueden depender del valor del dólar y del grado de endeudamiento que el productor pueda tener”, explicó González. Con respecto a los gastos que el productor enfrenta, “pensemos en el combustible”, señaló, y mencionó que “Ancap maneja su paramétrica en dólares, por lo que deberíamos suponer que, en un futuro no muy lejano, Ancap deberá hacer frente a un dólar más caro para salir a comprar petróleo al resto el mundo para producir combustible”.
Explicó que, “aunque se mantuviera estable el precio del petróleo, con un dólar más caro, seguramente Ancap tenga mayores costos y termine transfiriendo ese mayor costo al precio”. Por lo tanto, “de no tomar los recaudos necesarios, podría haber un nuevo aumento de los combustibles en un futuro no muy lejano”.
También mencionó el costo de los insumos o recursos necesarios que se utiliza para la producción agropecuaria. “La mayoría son de fabricación extranjera e importados en dólares, por lo que, ante el mismo precio de un repuesto o insumo, la afectación para el productor es mayor”.
Sobre el costo de la energía eléctrica, “Uruguay la produce a través de generadores a base de combustible, por lo que también podría venir algún aumento por ese lado”. Aclaró que pagamos nuestras tarifas en pesos, “por lo que UTE en algún momento tiene que hacer la conversión de pesos a dólares, con este más fortalecido, incidiendo en aumento de algunas tarifas”.
Sobre el nivel de endeudamiento, dijo que “habitualmente se pacta en dólares”. Quien tiene un nivel de endeudamiento muy elevado en comparación con los ingresos, podría llevar a una situación de que aumente bastante el costo financiero de la producción.