AUTE ocupó sede Paysandú en rechazo a recortes y por un nuevo convenio salarial

El sindicato de trabajadores de UTE resolvió un plan de movilizaciones, con ocupaciones de más de 30 edificios pertenecientes al ente y en la jornada de ayer, la medida se efectuó en Paysandú, en la sede ubicada en 25 de Mayo entre Dr. Felippone y Juncal, con un paro de actividades por 24 horas.
El presidente del sindicato a nivel nacional, Sebastián Herrera, evaluó de manera “muy positiva” la respuesta y planificación de la medida en el departamento, al tiempo que aguardan una respuesta del directorio del organismo a las propuestas del sindicato. “El congreso nacional de delegados, reunido en Paysandú, resolvió la continuación del plan de trabajo hasta que no aparezca una respuesta concreta del directorio de UTE y exhortó al sindicato a continuar con las negociaciones para la instalación de una mesa de negociación, que aún es esquiva”, dijo a EL TELEGRAFO.
La plataforma reivindicativa rechaza “el plan de recortes que, a nuestro juicio, destrozan UTE con la privatización que compromete la calidad del servicio. Eso ocurre además en las empresas públicas en general y ese lineamiento de trabajo hace mucho daño a mediano y largo plazo”. AUTE demanda “la aplicación de un nuevo plan de gestión de los recursos humanos que, sobre la base de un sistema de evaluación del desempeño de los funcionarios, permita el acceso a una carrera funcional, con un conjunto de mejoras salariales. Como contrapartida para UTE, garantiza determinada productividad y eficiencia para que cada trabajador desarrolle la tarea”.
El tercer elemento de la plataforma refiere a “la negociación de un convenio laboral, pero la negociación colectiva se encuentra estancada en los aspectos más estructurales de la propuesta de AUTE, relacionado al financiamiento y la voluntad política para transitar hacia algunos cambios. Sobre todo esto no tenemos propuestas concretas ni podemos avanzar”, señaló Herrera.
LAS TARIFAS RESIDENCIALES
El sindicato consideró que “la tarifa eléctrica es injusta y es posible bajarla. Es injusta porque en la tarifa residencial recae el peso que le impone a un jubilado o trabajador que pague el doble por kilowatt, en comparación con el gran consumidor. Eso significa tener una estructura tarifaria que sostiene y subsidia a los grandes consumidores a través de lo que pagan los consumidores residenciales”.
AUTE propone la aplicación “de una política de gestión, pero con este modelo de gestión elegido será difícil bajar el costo”. Explicó que “la matriz energética tenía que cambiar porque contábamos con menos capacidad de generación que la demanda existente. Era indudable que debía transitarse hacia una transformación de la matriz energética, pero el sindicato no estuvo de acuerdo en la forma elegida, a través de una inversión realizada por privados –que en los últimos años invirtieron U$S 5.460 millones en energía eólica– en vez de hacerlo directa y genuina de UTE”.
Según el sindicato, “la matriz energética proviene de fuentes renovables, pero el modelo de negocios elegido es malo. Por lo tanto, hoy es más caro que antes la generación de energía. Eso hace que una rebaja de las tarifas sea mucho más complicado de lo que hubiera sido con otras decisiones”, agregó Herrera. (Más información en edición impresa)