Gremial de productores y sindicato de obreros preocupados por la delicada situación de PILI

La gremial de productores remitentes a PILI se reunieron el miércoles de noche para analizar la delicada situación que genera atrasos de algunos meses en el pago a tamberos. Hoy lo harán en la mañana con el directorio de la empresa y, en la tarde, con el sindicato la Organización Sindical de Empleados de PILI (Osepi), para seguir avanzando en conjunto, en contactos que procuren salvar la industria de un posible cierre.
El gerente de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP), licenciado Andrés Ariano, explicó a EL TELEGRAFO que “hay mucha preocupación hoy en la industria sanducera con los productores, pero es bueno aclarar que también son una realidad las dificultades que están teniendo Calcar, Claldy e Indulacsa para cumplir con los tamberos y proveedores”.
Con respecto a la asamblea, quedó en claro que la mayoría de los productores están con atrasos en los cobros, lo que también sucede con los obreros. Incluso, buena parte de ellos está actualmente en seguro de paro rotativo. “Debemos dejar en claro que, a pesar de la preocupación, todos quieren que la industria se salve y nadie quiere que la empresa caiga”, puntualizó Ariano. “Pero hay sentimientos encontrados”, sostuvo.
“Por un lado, malestar e incertidumbre porque los productores chicos y medianos no pueden afrontar los compromisos diarios del vivir por el atraso y los que tienen un poco más de respaldo lo puede llevar de otra manera pero, por otro lado, no quieren que otra industria local se pierda”. Entiende que de cerrarse PILI, “habría de 600 a 700 familias que perderían el trabajo por lo que significa y las empresas relacionadas”.
Para los productores, hoy se produce un combo de dificultades. “A la falta de pagos, endeudamiento de algunos años para atrás aún no solucionados, se suma ahora el impacto del clima, con una seca que terminó de matar las praderas y pasturas que habían sido sembradas el año pasado, y ahora se debe evaluar las avenas sembradas tempranas, que abaratan un poco la producción y no se sabe si crecerán por la falta de lluvia”.
En la presente jornada, la dirigencia de la gremial se reunirá con el directorio de PILI, “para consultar a quién se le debe golpear la puerta para encontrar una solución, si es al Banco de la República, al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Economía y Finanzas o al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)”, aunque aclaró que Enzo Benech estará en Paysandú la próxima semana.
En la tarde de hoy, estarán presentes en la actividad a desarrollarse desde las 16 horas en el Instituto Cuesta Duarte, junto con integrantes del sindicato y los transportistas que trabajan a diario con la industria para “ver si estamos en la misma sintonía”, dijo Ariano. Al tiempo de reiterar que se ve un panorama “oscuro” para que la industria salga a flote, explicó que la única manera es “trabajar todos juntos en esto, armando una estrategia y ver cómo podemos dar una mano y empujando para que aparezca el salvataje”.
APRETANDO LA CINCHA
El gerente de la APLP manifestó que la realidad hoy de los productores “es que están apretando la cincha de todos lados”, dijo con referencia a cómo puede subsistir un tambero en estas circunstancias, con el endeudamiento generado durante los últimos años, la falta de pagos de la industria, la sequía y la falta de rentabilidad ante los altos costos para producir.
Puntualizó que los productores “se están descapitalizando, vendiendo algo de ganado, cortando alguna salida o buscando en la gremial un poco de aguante para afrontar la siembra de pasturas”. Los productores más chicos “están evaluando muy fuertemente la posibilidad de salir del rubro, porque no pueden más. Se les ha hecho muy compleja la situación y no encuentran salida”.
Acotó que “te atrasás tres meses en la UTE y te cortan la luz, pero esto de alguna manera la industria lo viene pagando”. Dijo que, en el caso de productores, “de 20 o 30 hectáreas y tenés un tambo chico, si dejás de producir ¿qué hacés?, ¿a qué rubro te cambiás? Tenés que venirte para la ciudad y no es lo correcto”.