Un chileno de 48 años fue procesado con prisión tras haberse comprobado su responsabilidad en delitos de violación y atentado violento al pudor hacia su hija menor de edad. El caso comenzó a ser investigado por el Juzgado de Segundo Turno, previo a la implementación del nuevo Código del Proceso Penal, que dirigió el doctor Fabricio Cidade. Por esa razón, fue juzgado con el código anterior.
De acuerdo con datos obtenidos por EL TELEGRAFO, la denuncia fue radicada en 2016 pero el hombre, que estaría vinculado a una secta, se había fugado del país previo al pedido de su detención.
Ese mismo año, el sujeto hizo llegar una carta al juez y sus allegados –aún en poder de este medio– en que manifestaba su inocencia y daba a conocer, con lujo de detalles, cómo su hija y la madre de ésta le habían “armado” una causa en su contra. En tanto, las pericias sicológicas y médicas a las que fue sometida la adolescente arrojaron que efectivamente había sido abusada, en más de una ocasión, y las pruebas remitían como culpable a su padre.
Al conocerse que el hombre podría encontrarse en Chile, al parecer viviendo en una especie de comunidad cerrada con características sectarias, se libró el pedido de captura en el exterior, en la órbita de Interpol.
Un año después, la organización de policía internacional comunicó al juez de la causa que el sujeto había sido detenido en Brasil. Durante el proceso de extradición, permaneció a disposición de Interpol en el vecino país.
Fue finalmente trasladado a Paysandú este miércoles y tras declarar ante la jueza fue procesado con prisión por “un delito de violación en reiteración real, con dos delitos de atentado violento al pudor especialmente agravados, uno de ellos continuado”.
