Piden que no se “discrimine” a productores ante la emergencia que viven por la sequía

La medida de apoyo a los productores afectados por la severa sequía que afecta al menos a los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú, Tacuarembó, Río Negro y Durazno, “ha llegado tarde, mal; no alcanza a todos y deja a muchos productores librados a su suerte. Seguramente para algunos sea el fin de su vida como productores agropecuarios, porque perderán su ganado o tendrán que mal venderlo, como ocurre hoy, para que los bichos no se mueran y salvar, por lo menos, parte de lo que tienen”. Así se expresó el diputado Walter Verri en la Cámara de Representantes.
Los productores afectados “no solo están tratando de salvar a los pocos bichos que les quedan o mal venderlos –como dicen ellos–, sino que algunos pueblos del interior también están sufriendo dificultades para el abastecimiento de agua potable en ciertas horas del día. Y en algunos casos, como el de los productores más alejados de los centros poblados, esperan que un camión cisterna de la intendencia o de alguna alcaldía les arrime un poco de agua un par de veces por semana”, agregó.
Fue “recién el 28 de febrero, tarde y mal, cuando el ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca dijo que había una emergencia y emitió el decreto correspondiente, pero con algunos aspectos que, a nuestro juicio, no son para aceptar, y creemos que deben ser corregidos”.
Destacó que la ayuda gubernamental “solo alcanza a aquellos productores que están al día con el pago de ayudas anteriores”, y aunque estuvo de acuerdo en que los deudores “deben pagar”, subrayó que “una emergencia es una emergencia”.
“No podemos discriminar entre aquellos que pagaron y los que no lo hicieron, cuando se trata de darles alimento para su ganado”, aseguró el diputado por el Partido Colorado.
“No podemos discriminarlos, no podemos decir: ‘A usted no lo vamos a asistir; que se le muera el ganado porque no pagó lo que le dimos hace unos meses’. Creo que ese no es el camino correcto, por lo menos el de la política nacional que debería llevar adelante el gobierno en este tipo de situaciones”, subrayó Verri.
Salvando las distancias –obviamente–, es como si cuando se produjera una inundación, los gobiernos departamentales o los comités de emergencia solamente dieran asistencia para que salvaran sus bienes aquellos que estuvieran al día con el pago de las contribuciones. Me parece que ese no debería ser el razonamiento; el razonamiento debería ser que la emergencia es emergencia, independientemente de la situación en la que esté el ciudadano”, agregó más adelante.
“Por último, se incorpora a productores hasta con 500 hectáreas, como si uno que poseyera 600, 700 u 800 hectáreas fuera un terrateniente que no necesita ayuda. Seguramente la necesite tanto como el que tiene 400 o 500 hectáreas. Sin embargo, esa ayuda del Estado no le llegará”, concluyó.