Los tambos de la región en situación muy compleja por el déficit hídrico

Los tamberos de la región no la están pasando bien. A la conocida problemática de rentabilidad, se suma el importante déficit hídrico en la zona, con apenas 30 milímetros en casi dos meses. Además, la preocupación porque las seccionales 4ª y 5ª del departamento de Paysandú no han sido incluidas en la emergencia agropecuaria, cuando los pequeños y medianos productores de la zona la están pasando muy mal.
El presidente de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP), Gerardo De Souza, reconoció que no se entiende cómo las seccionales 4ª y 5ª no están comprendidas en la declaratoria de emergencia del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), cuando las lluvias registradas en los dos últimos meses han sido insignificantes para los campos de la zona.
La última lluvia destacada en la zona fue el martes 23 de enero con 41 milímetros, de acuerdo con la información proporcionada por la Estación de Meteorología de Paysandú. Febrero fue histórico, con apenas cinco milímetros, cuando el promedio es de 137 para el segundo mes del año. En tanto, en marzo, apenas van 25 milímetros hasta hoy.
La situación no es exclusividad de los tamberos, sino que la producción en general reclama el apoyo que llega a otras partes del país, generando incertidumbre porque desde la oficina local del MGAP no se advierte a la oficina central del ministerio en Montevideo, de la dificultad que se atraviesa en la zona.
“El déficit hídrico se está notando día a día”, aseguró De Souza. “Si bien llovió unos 10 a 15 milímetros en forma generalizada esta semana, no alcanza como para regularizar los cultivos de invierno que se están implantando. En tanto, las praderas están totalmente secas. Vendrán dentro de 20 o 25 días si llueve; ahí tal vez cambia el panorama, pero la situación ahora es muy compleja”, dijo.
Entiende que el productor está “desanimado”, por lo que sucede financieramente. A eso hay que agregarle que la industria láctea “a la que remitimos está muy complicada también, entonces el panorama es muy difícil desde el ánimo del productor, porque estamos casi entrando al otoño y prácticamente de verdeos, cero”.
Actualmente, los productores no solo “estamos suplementando a la vacas lecheras, sino que también estamos suplementando a las terneras de recría. El panorama es complejo, porque si se entra mal al otoño, será más complicado, porque ahora se está racionando y las reservas para el invierno se están dando desde hace 20 o 25 años”.
Aclaró que las reservas han encarecido toda la materia prima, “teniendo en cuenta lo que el productor produce. Estamos casi a pérdidas, porque veníamos de un par de meses equilibrados y ahora estamos perdiendo de nuevo”, aseguró De Souza. “Hemos tenido que trabajar con las reservas que teníamos planificado dárselas a las vacas dentro de tres meses”, precisó el dirigente y productor lechero.
Con respecto a la situación del agua en los tambos, fue claro al indicar que “los tamberos sabemos muy bien que las vacas consumen mucha agua y en los tambos tenemos bebederos en varios lugares. El problema es, por ejemplo, en el campo de recría, donde el panorama es distinto y las cañadas no tienen mucha agua”.
SIN CONTACTOS
En la semana, se informó que una delegación del Instituto Nacional de la Leche (Inale) y el Ministerio de Ganadería estuvo de gira por la cuenca lechera del norte con el objetivo de buscar medidas de estímulos que corten con la sangría de tambos en esa zona del país.
“Desde nuestra parte no tuvimos ningún contacto”, explicó De Souza e indicó que “sabemos que estuvieron en Salto por la situación de los productores de ese departamento”. Varios de ellos hoy están remitiendo a la empresa PILI. “No se nos planteó ninguna reunión y nosotros tampoco lo hicimos”, aclaró.
Hace varias semanas, PILI llegó a un acuerdo con unos 11 productores remitentes a la planta que tiene la empresa Indulacsa (Lactalis), un número que podría incrementarse en el correr de las próximas semanas. La multinacional francesa paga hoy un precio por litro unos $ 2 por debajo del resto de las industrias.
COSTO PAÍS
Según el dirigente y productor, para que se comience a reflejar un cambio general, “debe haber una reducción del costo país, donde se abarate el combustible, la energía y se reduzcan los impuestos; así el productor tiene otro ánimo y reinvierte en su producción”.
Entiende que, en la situación “que estamos hoy los productores, sería impensado poder comprar maquinaria o invertir en tecnología, pero por lo menos adquirir ganado y producir lo que hace tres o cuatro años producíamos en el tambo”.
“Hoy nuestra economía está en cero y lo que el tambero había ahorrado en estos años pasados –porque se dice por ahí por qué no tenemos espalda para apoyarnos en estos años difíciles y salir adelante– hoy es impensado. Tal vez un año el tambero aguanta, pero no cuatro años de baja, que hacen imposible poder invertir”. De Souza sostiene que mejorar el productor va a ser muy complicado si el gobierno no hace autocrítica y se da cuenta de dónde está el problema, todo se hace cuesta arriba”, dijo.