“Contaminación del agua y del aire en Guichón es responsabilidad del intendente”

El Colectivo de Guichón por los Bienes Naturales denunció que “hace un mes exactamente que el vertedero de Guichón está en llamas. Eso genera una nube de humo tóxico que ‘abraza’ la ciudad”. Por tal motivo, se reunieron con el alcalde interino, Álvaro Melo. La autoridad local manifestó que “desde Bomberos se le dice que no se puede apagar” y, tras solicitar un “retrón” a la Intendencia, desde la Dirección de Servicios “le contestaron que no se lo podían enviar”.
Según el grupo, “es lamentable la falta de compromiso en estos temas por la Intendencia, ya que la máquina está guardada hace tres semanas en la calle, a 400 metros del vertedero, por el camino de abajo” y señalan una fotografía que ilustra un equipo ubicado cerca del vertedero humeante. “Esa máquina es necesaria, en parte para solucionar el problema”, aseguran.
ARROYO GUAYABOS
El grupo de vecinos recordó que a la situación de las llamas en el vertedero “se suma la contaminación del arroyo Guayabos por los vertidos de las aguas negras del Hotel Salinas, que van directamente al arroyo”, cuya situación fue denunciada en la Dirección Nacional de Medioambiente (Dinama). Asimismo, ambos casos fueron planteados en un encuentro mantenido con el subsecretario del Ministerio de Vivienda, Jorge Rucks.
“Seguramente el Municipio de Guichón tiene parte de responsabilidad, pero no tiene la capacidad para atender y solucionar el problema. Consideramos que el intendente Guillermo Caraballo es el principal responsable. Así lo señala la Ley 9.515 en su artículo 35 y también señalamos que estamos ante un delito ambiental”.
DENUNCIA
El colectivo adelantó que analizan la posibilidad de presentar “una denuncia contra el intendente de Paysandú ya que en el nuevo código del Proceso Penal están tipificados los delitos de contaminación de aire, agua y suelo”, y allí “se plantean responsabilidades especiales para representantes de personas jurídicas, funcionarios públicos o responsables de informes técnicos, además de contener normas especiales que regulan la culpabilidad, los actos preparatorios agravantes y medidas cautelares”.
Uno de sus integrantes, Marcelo Fagúndez, resaltó que “todo sería más armónico si el gobierno de Paysandú atendiera nuestras preocupaciones y se dejara de ningunear a las organizaciones de la sociedad civil, que no son obsecuentes con los gobiernos de turno. No vemos en el territorio a las autoridades municipales como Dirección de Higiene o Unidad de Gestión Ambiental”.
Además, cuestionó “con qué moral la Intendencia puede exigir y hacer cumplir ordenanzas de higiene y de contaminación a particulares, cuando ellos hace un mes son responsables de una nube tóxica que seguramente afecta la salud de la población y contamina a animales y plantas”.

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