Los Municipios de Tambores y Guichón, severamente afectados por la sequía, solicitaron la mediación del intendente Guillermo Caraballo, para que primero el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, y luego Presidencia de la República, declaren la Emergencia Regional.
Al final de la reunión de Caraballo con todos los alcaldes, Ricardo Soares de Lima y Lourdes Suárez explicaron el tema. “La situación es crítica”, dijo Soares de Lima. “La sequía golpea muy fuerte a todos los productores, los grandes (que todavía quedan algunos en nuestro territorio), los medianos y los pequeños. Desde el kilómetro 130 de la ruta 26 al Este, parece un desierto. Y no exagero nada, la tierra tiene un color crema. Es algo muy grave lo que está ocurriendo, y sin medidas urgentes, el golpe será tremendo”, agregó el alcalde de Tambores. “Nosotros hacemos lo que podemos, pero es totalmente insuficiente. Llevamos agua a los productores que nos lo piden, porque desde el comienzo de año no ha caído ni una gota en muchos lugares, lo que lleva a que los tajamares se sequen”. Desde hace 15 días “estamos repartiendo 25.000 litros de agua por día. Y que no se crea que con eso solucionamos. Además, tratamos de limpiar vertientes, tratamos de hacer todo lo que podamos”, sostuvo el jerarca de tercer nivel de gobierno.
Soares de Lima aseguró que la sequía se ve agravada “por la brucelosis vacuna. Por lo tanto, quien haya tenido un caso positivo queda interdicto a mover solamente animales machos o a faena. Con una declaración de emergencia, que debe determinar el presidente Vázquez, se puede levantar temporalmente la restricción de movimiento, con el único objetivo de –después de asegurarse el estado del animal, con sangrado negativo de brucelosis– poder mover el ganado hacia donde haya agua. Un productor me contó que habían llevado el ganado a 15 kilómetros, hasta el arroyo Corrales”, que nace en la Cuchilla de Arbolito.
Para el alcalde de Tambores, “no hay realmente una solución rápida, excepto que haya acciones urgentes del gobierno nacional. Esperar la lluvia, será esperar hasta la primavera. La tierra ha perdido toda el agua”. Aseguró incluso que “la situación golpea tanto, que un policía en el destacamento de Arbolito, que tiene un aljibe donde recibe agua de lluvia, tuvo que ser asistido tres veces, con 5.000 litros de agua cada vez”. Lourdes Suárez aseguró que su municipio vive una “situación muy similar, no hay que olvidar que nuestros municipios están juntos. Por ejemplo, en la zona de Colonia Juan Gutiérrez la situación es crítica. También nosotros trabajamos en la limpieza de tajamares, en la apertura de vertientes, en el transporte de agua no potable para bebederos y tanques. Pero estamos en una situación crítica”. Y ambos alcaldes indicaron que “esperamos de la sensibilidad del gobierno nacional. Nuestra gente está en juego. Y no puede esperar. Es ahora. Hoy o nunca, tan terrible como suena”.
