(SUBRAYADO)
Al mediodía de ayer, en el Hospital Español, falleció el doble homicida Christian Pastorino, apodado “El Kiki”, quien se encontraba con muerte cerebral cuando se disparó en la cabeza con un revólver calibre .32, al verse rodeado por la policía. En base a filmaciones y aportes de testigos, los investigadores sabían que estaba en la localidad de Migues, donde se movía en moto.
Ubicaron a la novia y a un hombre que estuvo con él después del crimen en el supermercado de La Blanqueada y así llegaron al barrio Don Márquez, próximo al kilómetro 22 de la ruta 8. En su localización participaron bajo la órbita del fiscal de Homicidios, Juan Gómez, detectives de la Dirección de Información Táctica, investigadores de la Zona Operacional II y también policías de la Zona IV que lo estaban buscando desde hacía dos meses por un femicidio. Con apoyo de la Guardia Republicana, el grupo PADO y la Policía Aérea, más de 60 efectivos rodearon al peligroso delincuente, que se atrincheró en una vivienda de madera. Al verse sin salida, el doble homicida, que tenía tres armas de fuego en su poder, se disparó en la cabeza. En el operativo se detuvo a un adolescente que quedó a disposición de la Fiscalía por presunto encubrimiento.
En diciembre asesinó a su pareja y posteriormente amenazó de muerte a su madre y al abuelo de la víctima. Si bien se hicieron desde entonces ocho allanamientos y otras inspecciones, el delincuente no había podido ser ubicado. El tema preocupó a la fiscal del caso, Diana Salvo, quien incluso llegó a pensar que existía filtración de información por la policía que permitía mantener prófugo al homicida.