Martín Lema y la cruzada contra las irregularidades de ASSE

Presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, perteneciente al Partido Nacional, abogado, 35 años de edad. Desde que se encuentra en el Parlamento, ha puesto foco en los asuntos sanitarios pese a no ser médico; según dicen sus allegados, para encontrarse más cerca de las necesidades de la gente. Con la reciente destitución de la cúpula de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) volvió a la primera línea mediática.
El diputado Martín Lema, de recorrida por Paysandú, reforzó sus argumentos en cuanto a las constantes irregularidades que existen en ASSE en todo el país –el legislador ha liderado desde 2014 las denuncias respecto a las tercerizaciones bajo sospecha, los amiguismos y conflictos de intereses– y sobre la pasividad del Ministerio de Salud Pública (MSP), que mira desde la tribuna sin bajar a la cancha para actuar.
“El MSP se ha transformado en un testigo de lujo (de las irregularidades); ASSE se ha manejado y administrado como si fuera un comité de base del Frente Amplio delante de las narices del ministro de Salud Pública (Jorge Basso), y este en vez de ejercer su autoridad optó por el prolongado silencio. Quien debe controlar la actividad de ASSE, eligió la comodidad y no intervino. Porque si en el MSP hubiera ejercido la policía sanitaria evidentemente hacía mucho tiempo que la expresidenta de ASSE estaba fuera”, dijo Lema a EL TELEGRAFO.
La semana pasada se conoció que Mauricio Ardus, vicepresidente de ASSE, había contratado a la novia de su hijo como secretaria. Dos días después, el presidente Tabaré Vázquez anunció la remoción del directorio, incluida la presidenta Susana Muñiz y el vocal, Jorge Rodríguez Rienzi. Para el diputado nacionalista, el mandatario aprovechó el caso de nepotismo para sacarse de encima a Muñiz y, de algún modo, reconoció la corrupción que acaparó a ASSE. A su vez, cree que Vázquez le “tiene miedo” a los controles de gestión del organismo y al Partido Comunista –del que “es rehén”– que dirige la batuta en el organismo. Por Muñiz ingresó Marcos Carámbula, un histórico aliado de los comunistas.
“Hay fallas en los controles. No se controla desde el punto de vista asistencial y no se controla desde el punto de vista financiero. El ministro de Salud Pública no tiene idea de lo que pasa en el sistema de salud”, continuó. “En la división fiscalizaciones, que ejerce el control asistencial, hay 20 inspectores para controlar los servicios de salud del país. Se dice que muchas veces se cobra al grito. Pasa algo, toma repercusión pública, y ahí se actúa. Una división fiscalizadora tiene que ser preventiva y habría que incrementar la cantidad de inspectores, para hacer un mapa sanitario por departamento”, explicó el legislador.
En la misma línea, aseguró que no se realizan auditorías e inspecciones en “prácticamente” todos los prestadores de salud, a la vez que tampoco hay estudios sobre las cuotas de inversión. “Un ejemplo. ¿Saben cuántas farmacias de ASSE están habilitadas por el MSP? Ninguna. Funcionan sin el ejercicio de los controles o por lo menos de controles profundos. Y de estas farmacias, solo el 18 por ciento –confirmado por el ministro de Salud en comisión– está en trámite de solicitud de habilitación. Es decir que el 82 por ciento no solo no se encuentra habilitado sino que ni siquiera empezó el trámite de habilitación”.
ENTRE COMPAÑEROS
A más de diez años de la reforma de la salud, en la que salió ASSE a la luz –con el cometido de administrar los hospitales públicos del país–, se padecen carencias de controles tanto en el sector público como privado, situaciones con farmacias sin habilitación y una “excesiva” privatización de servicios, de acuerdo a Lema. “Es una ironía, porque una administración encabezada por el Partido Comunista se convirtió en una permanente privatizadora de servicios. Para dar mucho de los servicios depende de los emprendimientos comerciales y muchas veces de emprendimientos comerciales de jerarcas de ASSE, que algunos son compañeros del FA”, tiró el diputado.

Puso sobre la mesa el famoso caso de Bella Unión, “para hacerse una idea”. En 2013 en esa ciudad del departamento de Artigas, se desmanteló el servicio de traslado público para pasar a contratar a Siemm, la empresa de tres jerarcas de ASSE. Dos de ellos habían sido directores del hospital de Bella Unión, uno en el año que se constituyó la empresa y otro en el año que se adjudicó la empresa. Lema detalló que hubo un aumento exponencial al multiplicarse por 14 el gasto en traslados ese año respecto a 2012. Esa temporada, el gasto había representando unos 570.000 pesos y en 2013 el monto ascendió a 8 millones de pesos, para ubicarse en más de 13 millones en 2014 y llegar a 16 millones en 2016.
“El directorio de ASSE encabezado por Muñiz, el 18 de enero de 2017 le mintió al Tribunal de Cuentas para justificar la contratación de la empresa de los jerarcas (para que prestara el servicio de ambulancia del hospital de Bella Unión) porque se venía una interpelación que me tocó realizar el 21 de febrero, que era sobre los temas del IMAE en el regional norte e irregularidades de ASSE. Ese día, Muniz elevó una consulta al Tribunal de Cuentas donde explica la situación y dice que ASSE no tiene los recursos humanos y materiales para prestar el servicio, y que si lo presta ASSE el costo sería más elevado que contratarlo a las empresas de sus jerarcas”, prosiguió Lema.
La movida de la ahora expresidenta dio lugar a una respuesta del Tribunal de Cuentas el 15 de febrero del año pasado, “unánime y lapidaria”, en el que se asegura que es “inadmisible” la solicitud de ASSE. “Ya es bastante extraño que el Tribunal de Cuentas le tuviera que decir a Muñiz que no contrate la empresa de tres de sus jerarcas. Es una situación hasta irónica”, destacó el diputado blanco. Más tarde, el 23 de febrero de 2017, salió una resolución de la gerencia general de ASSE que en virtud del dictamen del Tribunal de Cuentas se dispone que ASSE preste el servicio. “Del dictamen del 15 al 23, son ocho días en el que tardaron en encontrar los recursos humanos y materiales que supuestamente no disponía ASSE y, por lo tanto, no podían prestar el servicio”.
“¿Qué quiere decir? Que cuando se dijo que no disponían de recursos, le estaban mintiendo al Tribunal de Cuentas para justificar la contratación de la empresa de tres de sus jerarcas. También era mentira que el costo iba a ser más elevado si lo prestaba la propia ASSE en comparación a la empresa de los jerarcas”. En ese entonces, el mismo director del hospital de Bella Unión, Washington Pereira, admitió que es más económico trasladar pacientes con vehículos propios que cuando se lo hacía a través de Siemm.
Lema indicó que Crimen Organizado trabaja sobre este asunto y que lo tomó de oficio a través de un fiscal. Añadió que ya se han presentado a declarar, “por lo que sabemos”. “Yo presenté pruebas, entre otras, el dictamen del Tribunal de Cuentas que es lapidario”. Sobre todas estas situaciones, el diputado le envió al presidente Vázquez en setiembre pasado una carta y una carpeta con toda la documentación sobre las irregularidades de ASSE. Lo mismo que a Javier Miranda, presidente del Frente Amplio. No tuvo eco. “Se están haciendo los distraídos”.
GENERALIZADO
“Las irregularidades son generalizadas y crónicas. ASSE tomó la irregularidad como regla”, insistió Lema. “Nos siguen ocultando información, pedimos nuevos resultados de auditorías y los están escondiendo”, se quejó el legislador que últimamente consigue datos “por carriles extraoficiales”.
También recordó el caso del hospital de Melo que contrató por tres años a un asesor de comunicación por 140.000 pesos mensuales y el único cliente que tenía era el propio hospital melense. Algo parecido sucedió en el hospital Pasteur de Montevideo, donde la directora del MPP contrató “de forma directa e irregular” al asesor de comunicación de ese momento del MPP.
Por último, llamó la atención sobre la auditoría llevada a cabo entre enero y julio de 2016 los gastos observados en el rubro compras de los hospitales públicos del territorio nacional. No se salva casi nadie. “Entre enero y julio auditoría de 2016 sobre gastos observados en rubro compra, hay hospitales que llegan al 97 por ciento de gastos observados. El que encabeza es el hospital de Colonia con el 97 por ciento; luego viene el Vilardebó con el 96 por ciento. El hospital de Paysandú no es de los peores ranqueados, tiene el 54 por ciento de gastos observados, pero es más de la mitad. Es tremenda la situación”, destacó el nacionalista.