La Blanca sumó mucho más que medio pasaje a semis

Si no fuera fútbol, en el que las sorpresas están a la orden del día, podría decirse que Paysandú está prácticamente clasificado a las semifinales de la Copa Nacional en su Regional Norte Litoral.
Pero se trata de este deporte en el que una jugada fuera de lo común, una situación inesperada, puede cambiar la historia.
Eso sí: después de lo visto anoche en el Estadio Artigas, está claro que el 3 a 1 con el que Paysandú despachó a Rivera en el primer enfrentamiento entre ambos por cuartos de final, puede asegurarse que la Blanca viajará a la frontera el próximo miércoles con tranquilidad, sabiendo que tiene más de medio pasaje en el bolsillo.
Pero claro, tampoco es cuestión de confiarse.
Anoche el equipo de Jorge Moncecchi fue mucho más que un rival pálido, que mostró mucho menos de lo que quizá podría esperarse.
Hay que tener en cuenta que la Blanca sacudió las cosas apenas comenzado el partido, ya que al minuto de juego Morales decretó la apertura. Y eso, es verdad, cambia cualquier planificación. Luego Paysandú intentó aprovechar ese sacudón y llegó en varias ocasiones aunque sin contundencia. Rivera intentó despertar. Y lo logró a medias, no precisamente por méritos propios sino por errores ajenos.
Es que el local dejó espacios, no volvió como era de esperar a la hora de perder la pelota y tuvo algunos errores atrás. Lo más claro de Rivera fue un cabezazo tras el que la pelota rozó el horizontal, o una chilena forzada sin rédito.
Cuando Paysandu quiso, apareció. Y lo hizo con buen fútbol y con explosión. Andreoli fue el encargado de reventar la pelota de frente al arco, a pocos metros, luego de que Morales le bajara el balón tras centro de un Sabaño que, más adelantado en la cancha como en el partido anterior, le dio otra sorpresa al equipo. Y fue clave en ese primer tiempo.
Pintaba para una mayor diferencia, pero quedó corta para irse al descanso dado que Rivera alcanzó en descuento tras un tiro libre rastrero que llevó la pelota al área chica sin que nadie la sacara y en medio del entrevero se metió adentro según la segunda asistente.
Pero estaba claro que ajustando algunos aspectos, y siendo totalmente superior, Paysandú tenía el triunfo asegurado. Aunque, lógicamente, el objetivo era ganar en tranquilidad.
Y no tardó en llegar, ya en el complemento, el tercer gol sanducero. Fue de penal, tras una falta que le realizaron a Schneider, que el mismo convirtió.
Después fue tiempo de buscar no ser sorprendido y realizar variantes para ir llevando el partido y darle minutos a algunos jugadores importantes, teniendo en cuenta la expulsión de Andreoli.
Paysandú pasó con nota este primer choque. Pero es fútbol y no podrá tomárselo con calma cuando el próximo miércoles visite el Atilio Paiva Olivera en búsqueda de sellar definitivamente el pasaje a semis.