Solicitada

NO SOLO NO HACEN BIEN,
SINO QUE HACEN MAL
Lo que ha sucedido recientemente en el departamento de Paysandú es una muestra de lo mucho que arriesgamos por un proyecto de búsqueda de petróleo mal encarado y predestinado al fracaso. Ya fue noticia en su momento que la empresa Petrel estaba perforando en el campo de la estancia San Andrés, a 8 kilómetros de la ruta 26, por el camino departamental Nº 151, que pasa por Cuchilla del Fuego. Ese sitio ha sido mal denominado Cerro Padilla. Toda una novedad y otro error más.
Según los sensacionalistas, mientras se dirimía la sanción a Raúl Sendic, afloró, un viernes, la noticia de que Uruguay tenía un sistema petrolero y se encontraba en Cerro Padilla. Sin saber demasiado sobre lo que se podía informar a nivel oficial, sabíamos cuál sería el final de esta realidad y teníamos las sospechas de otras situaciones complicadas que se podían dar, pero no se informarían, tal como el uso del fracking o la evaluación ambiental post-obra.
La realidad es que no hay un tal sistema de petróleo y sí hubo –y hay– una afectación del subsuelo y del acuífero por derrames de lodos utilizados en la perforación. Hablamos de un mínimo de 125 metros cúbicos, ¿de qué lodos? Y así una cantidad de interrogantes que no pueden ser informadas públicamente, porque es un delito ambiental y serían todos cómplices.
Para los que trabajan en evaluaciones ambientales, se ha generado una pluma contaminante, que es la mancha que se extiende después de un derrame. ¿Cómo sigue y cómo se comporta ese avance del contaminante? No creo que esto se arregle con multas o juicios. Esperamos una evaluación ambiental hecha con herramientas adecuadas y debidamente comunicada, y que quienes empezaron esto paguen los costos del monitoreo de todas las aguas de la zona, ya sean pozos de molinos, perforaciones y manantiales, y todo lo que se pueda analizar como impactado.
Hay varios actores estatales ausentes, pero lo que más preocupa es que, en Paysandú, la Intendencia Departamental tome cartas en el asunto. Esto me hace acordar al caso de la primera emergencia ambiental de los EUA por el caso de Love Canal, muy bien citado en la película de Erin Brockovich.
Esto recién empieza y deseo que no pase nada malo y, como siempre, la naturaleza nos ayude a pesar de lo mal que la tratamos. Los que han estado con estos emprendimientos van dejando una huella de contaminación que pocos se imaginan. No solo no hacen bien, sino que hacen mal.
Gerardo Pereira Machín