“Mejoraron los tiempos de la respuesta policial”, dijo el director Mario Layera

El director de la Policía Nacional, comisario general (R) Mario Layera, realizó un balance de la gestión durante el pasado año 2017, e indicó –entre otras cosas– que Uruguay está entre los países con mejor promedio en cuanto a los tiempos de la respuesta policial.
En diálogo con la Unidad de Comunicación (Unicom) del Ministerio del Interior, el jerarca evaluó como positivas las acciones realizadas. Destacó que se ha avanzado “significativamente en los planes estratégicos elaborados al comienzo de esta administración; todo lo planificado fue ejecutado con disciplina y organización”. En este sentido, resaltó el proceso en el cual se ha involucrado a la Policía Nacional como una “Nueva Policía”, dotada de cambios a nivel de formación, equipamiento y tecnología, entre otros. “Creemos que hemos avanzado, pero esto ha sido solo un paso más”, expresó. Además, como logros en el orden estratégico, resaltó el aumento del despliegue de policías en la calle, como paradigma de la ecuación prevención versus represión o investigación.
“En ese aspecto se ha enfatizado a todos los jerarcas de las diferentes dependencias que la parte operativa y (especialmente) el patrullaje en la vía pública, sean atendidos correctamente”. También se extendió al Interior el sistema táctico de trabajo en la vía pública, mediante los Grupos de Reserva Táctica (GRT), el patrullaje móvil y el análisis científico de los hechos que están ocurriendo diariamente, a efectos de determinar un despliegue que responda de manera eficiente. “Esto nos ha permitido estabilizar el promedio de la respuesta de las emergencias cuando los ciudadanos lo demandan”. Hoy en día el promedio es menor a los 10 minutos y de 3 a 5 en situaciones críticas. “Nos satisface porque estamos a un nivel mundial en los mejores tiempos”, puntualizó. La evaluación realizada por el jerarca profundizó acerca de la sensación de inseguridad que puede persistir en la población, a pesar de que el 2017 fue un año clave, donde se bajaron los índices de hurtos y rapiñas y que la población tiene un amplio nivel de confianza en la Policía.
En tal sentido, Layera señaló que generalmente la percepción de amenaza y de inseguridad, cuando se llega a determinados niveles, donde la tendencia de los crímenes violentos en los últimos 30 años ha sido permanente, “no es fácil de desinstalar. Creemos que los números y los resultados que obtenemos, que se reflejan en la estadística, no necesariamente van a producir esa baja de la percepción de inseguridad en la población hasta tanto los números no sean mayores y puedan permanecer en el tiempo”.