“Estoy con la idea de hacer un gran Mundial”

Todavía falta, aunque no tanto. Uruguay tendrá por delante una serie de amistosos y luego los partidos de despedida de cara al gran objetivo de este 2018: el Mundial de Rusia.
Oscar Tabárez, técnico celeste, evalúa todos los aspectos de cara a lo que será la preparación celeste en la Copa del Mundo. Y lógicamente sigue de cerca a cada uno de los nombres que tiene en mente para conformar el plantel. Y mientras tanto volvió a dejar en claro que Uruguay no puede confiarse porque todo le resulta complicado. Por eso, sigue aferrado a la idea de que el Grupo A que le tocó en suerte junto a Egipto, Arabia Saudita y Rusia no es pan comido.
Así lo dijo en una entrevista dada a La Nación de Argentina hace algunos días, en la que además confesó su expectativa por dirigir nuevamente a Uruguay en un Mundial, más allá de sus inconvenientes físicos.
“Cuando yo era un adolescente iba mucho a la casa de un primo y sus abuelos compraban la revista El Gráfico. Una vez leí una nota con (Antonio) Rattín y las 10 razones más importantes de su carrera, y ahí dijo una verdad tan grande que yo tuve siempre presente: ‘No sobrar en la buena, porque la mala está a la vuelta de cualquier esquina’. Esa es una verdad y yo me cuido mucho. Hay gente que dice que soy exagerado. Pero yo me enojé ahora, con el sorteo, cuando dijeron que nos había tocado un grupo fácil. Yo sé lo que es el camino en un Mundial, y el margen entre ganar y perder es mínimo. Además de las sorpresas que hay en los Mundiales, y en este también habrá sorpresas”, dijo el maestro.
Tabárez quiere que no solo sus jugadores sino el país entero tenga los pies sobre la tierra. Por eso se pregunta “¿Por qué no puede ser Egipto” la gran sorpresa del Mundial? “Cuando acá escuché que ya sacaban cuentas de los posibles cruces para los octavos de final, me despaché y hablé de (Héctor) Cúper (técnico de Egipto). Él todavía jugaba cuando yo dirigía en Argentina, fue un jugador importantísimo en el Ferro de Griguol y seguro tomó conceptos de una imposición de lo colectivo por encima de las grandes estrellas; además, hay que ver que a su Egipto no le convierten goles; eso no es casual. Yo no sé cómo va a ser el partido, pero cabe la posibilidad de que sea un partido dificilísimo. Tengo mucho respeto por los que supuestamente son más débiles, está lleno de grandes hazañas en el fútbol. Mire a Islandia, es maravilloso, esas cosas me despiertan admiración”, afirmó.
Lo que pretende ahora Tabárez es ir paso a paso. Seguir siendo fiel a su filosofía, y a lo que ha pregonado desde que se hizo cargo de la selección.
Reconoce que aspira a dirigir su tercer Mundial de manera consecutiva, pero también que será el primero en dar un paso al costado antes de la cita si tiene algún inconveniente.
“Esas marcas, evocan el tiempo que pasó”, dijo quien se transformó en el entrenador que más ha dirigido a una selección. “Tiene que ver con lo que uno ha hecho. En Rusia, con (Joachim) Löw (técnico de Alemania) compartiremos la marca de llegar de manera consecutiva al tercer Mundial. Y esta vez lo hemos conseguido sin repechaje, y entramos segundos. O sea: fuimos los mejores después de Brasil”, señaló Tabárez.
Y no tiró la pelota para adelante: “Yo voy tranquilo a Rusia, fundamentalmente por estar a la altura de las circunstancias, pero tampoco la tengo tan segura porque todavía faltan seis meses, y en seis meses pueden pasar cosas en la evolución de uno; si llegado el momento veo algo que me impide seguir, sería el primero en asumirlo. Pero anímicamente estoy con la idea de hacer un gran Mundial en Rusia”.
Instantes previos, había señalado al periodista sus ganas de mirar para adelante. “Más allá de las limitaciones que yo puedo tener, igual reflexiono mucho sobre la vida, sobre el final, y este poema es un canto de fe, de optimismo. Por eso hay que darle para adelante y no quejarse. He conocido a mucha gente con problemas más serios, entonces yo sería un egoísta si me quedase en el lamento”.