Recomendaciones para manejo del rodeo en el presente entore

En estos momentos se está realizando un nuevo entore; en general el rodeo de cría tiene una condición corporal aceptable. “Un elemento a tener en cuenta es que, de acuerdo con lo observado en los diagnósticos de gestación del otoño pasado, las preñeces fueron tempranas y tardías, lo que también determina la respuesta reproductiva de los animales”, manifestó el ingeniero agrónomo Esteban Montes.
Con respecto al rodeo de cría, el técnico del Instituto Plan Agropecuario señaló que “debemos recordar que las vacas de primera cría son las más sensibles y las que generalmente tienen mayores problemas para preñarse, porque continúan creciendo”.
Por este motivo, con el objetivo que se preñen en tiempo y forma, expresa que “deben llegar al momento del entore con una condición corporal 5”. Al brindar recomendaciones, Montes dijo que, “para lograr preñeces elevadas, manejar esta categoría aparte destinándole un potrero con alta disponibilidad de forraje y de buena calidad (forraje verde). Si es necesario, tomar mediadas de manejo como controles de amamantamiento (destete temporario, destete precoz) o suministrar suplementos energéticos y proteicos”.
Sobre las vacas multíparas, “se debe monitorear permanentemente la evolución de la condición corporal de los vientres, apartando aquellos que tengan una condición corporal baja para ofrecerles pasturas de buena calidad y disponibilidad”. Entre las recomendaciones, manifestó que “este lote se puede manejar junto a las vacas de primera cría y, de ser necesario, realizar las mismas medidas de manejo (controles de amamantamiento, suplementaciones, etcétera)”. Montes también se refirió a las vacas de parición tardía. Indicó que “debemos monitorear las vacas que paren tarde y tener en cuenta que van a tener nuevamente una preñez tardía el próximo año, por lo que es deseable tomar medidas de manejo para normalizar está situación”. Como sugerencias, manifestó “analizar la posibilidad de no volver a entorarlas, siempre y cuando haya suficiente reposición. También se pueden preñar tarde para su posterior venta. Si se deben mantener en el rodeo podemos tomar medidas con el objetivo de adelantar la preñez (destete precoz)”.
En cuanto a las recrías y a las vaquillonas de año en particular, “de año tienen que tener un buen desarrollo en estos momentos, con el objetivo de lograr el peso y desarrollo necesario para entorarlas a los dos años. Actualmente, deben pesar más de 200 kilos y llegar a mayo de 2018 con pesos individuales mayores a 250 kilos”.
Recomendó “conocer el peso de terneras para saber cuán lejos estamos del objetivo y poder tomar las medidas necesarias para lograrlo. Atender los temas sanitarios, suministrando los específicos veterinarios necesarios para controlar los parásitos gastrointestinales, que generalmente afectan esta categoría”. Sobre las vaquillonas de primer servicio, Montes dijo que “las pérdidas de calidad de las pasturas (amarillamiento de los campos) provocan problemas en esta categoría a nivel reproductivo (eliminación de los celos)”.
“Suministrar suplementos energéticos/proteicos a las categorías de recría para mejorar su performance, buscando obtener resultados inmediatos” también es importante, según el profesional. El diagnóstico de gestación es para tener certezas. “La condición corporal puede no ser un indicador totalmente fiable sobre lo que les sucede a nivel reproductivo a los vientres paridos”, aclaró Montes.
Sostuvo que “hay que planificar la realización de diagnósticos de gestación para obtener información más certera de lo que pueda estar sucediendo en los animales con condición corporal más baja, fundamentalmente en las vacas de primera cría. Con información podemos tomar medidas de manejo ajustadas a las verdaderas necesidades”.