En las instalaciones del INIA Tacuarembó, el Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay (Crilu) realizará este viernes la octava entrega de carneros a productores criadores de la raza Merino australiano, en un destacado ejemplo de integración público-privada.
En este consorcio que lo integran el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay (Scmau), la industria lanera textil y 42 empresas del sector privado, todos los años se entregan carneros a los productores, y esa genética llega a todos los extractos sociales de productores.
El presidente del Crilu, Alfredo Fros, manifestó en conferencia de prensa que son los productores los que multiplican la genética y presentan proyectos ante el Instituto Plan Agropecuario y Central Lanera. Las instituciones los apoyan con tecnología y se hacen responsables de la ejecución de esos proyectos.
El productor salteño, pero con campo en el departamento de Paysandú, recordó que “esos 42 consorciados pedían, en un momento, que cuidáramos más las características de productividad, como peso del cuerpo, peso de vellón y largo de mecha, además de ir hacia lanas más finas”.
Explicó que “se vivía un proceso de afinamiento muy rápido, hasta llegar a 15 micras. Se desaceleró un poquito y se comenzó a cuidar mucho esas características productivas pedidas. Hoy se llega con borregos que están en 15 micras promedio, tienen 11 meses de edad y Datos Esperados de Progenie (EPD) que logran lo que pedían los productores”, afirmó Fros.
Los carneros a entregarse mañana en INIA Tacuarembó bajan una micra en la finura, pero aumentan mucho en largo de cuerpo, peso de vellón, largo de mecha y resistencia a parásitos, que son características productivas de gran peso.
El titular del Crilu indicó que los ejemplares a entregarse tienen un promedio de 72 kilos. “En la década del 90 ni siquiera el más optimista lo podía haber pensado. Están excelentes, son animales ultrafinos y muy modernos, con menos arrugas. Va de la mano con el tipo de animal que nos están pidiendo”, precisó.
MÁS DE 1.000
El investigador de INIA Ignacio De Barbieri afirmó que el Crilu, a lo largo de 16 años, entregó más de 1.000 reproductores generados en la Unidad Experimental “Glencoe” de INIA (ubicada en la zona de Guarapirú, en el kilómetro 113 de ruta 26, departamento de Paysandú) y demostró que “es posible en Uruguay producir lanas ultrafinas a cielo abierto, dando valor agregado a esa producción”.
El profesional manifestó que la majada del consorcio produce lanas de 15,3 micras, las ovejas de cría tienen un peso promedio de 48 kilos y producen más de cuatro kilos de vellón por animal. “Uruguay tiene la genética para producir este tipo de fibra y sabe cómo producirla”, destacó.
En el marco del proyecto, se evaluaron 490.000 kilos de lana de 37 productores, con promedio de 18 micras, con una excelente calidad de fibras; la meta es seguir afinando. Según la información del evento, el Crilu lidera proyectos de investigación, validación y transferencia de tecnologías, contribuyendo también con pasantías de estudiantes de las facultades de Veterinaria y de Agronomía.
