Solicitada

EL FRENTE AMPLIO APLICA
LA POLÍTICA ECONÓMICA
DEL REY LUIS XIV
Y SU MINISTRO EL
CARDENAL MAZARINO
El cardenal Richelieu vivió entre 1585 y 1642. Fue durante 20 años, más del tercio de su vida, ministro del rey de Francia Luis XIII. Durante ese tiempo se convirtió en el eje de giro de la política interior y exterior del reino, obteniendo resultados positivos para Francia. A su expreso pedido, lo sucedió en el ministerio el también cardenal Julio Mazarino, de origen italiano, que desarrolló durante el reinado del “Rey Sol” Luis XIV, una política muy hábil que llevó a Francia a incrementar su influencia en Europa. Los mejores logros del cardenal Mazarino fueron en la parte económica, en cuanto a la obtención de recursos con lo cual solventar los gastos de todo tipo de la monarquía, que pudo bancar de esa forma un Estado poderoso con fuerzas militares que sostuvieron su poder.
Ha trascendido en el tiempo un supuesto diálogo mantenido entre el ministro Mazarino y Colbert, su encargado de finanzas, que indica cuál fue su fuente mayor de recursos económicos. Pasemos a transcribirlo como nos ha llegado luego de cuatro siglos.
Colbert: Para conseguir dinero, hay un momento en que engañar al contribuyente ya no es posible. Me gustaría, señor superintendente, que me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta el cuello…
Mazarino: Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión. ¡Pero el Estado…! ¡Cuando se habla del Estado, eso ya es distinto! No se puede mandar al Estado a prisión. Por lo tanto, el Estado puede continuar endeudándose. ¡Todos los Estados lo hacen!
Colbert: ¿Ah sí? ¿Usted piensa eso? Con todo, precisamos dinero. ¿Y cómo hemos de obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?
Mazarino: Se crean otros.
Colbert: Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.
Mazarino: Es cierto, eso ya no es posible.
Colbert: Entonces, ¿sobre los ricos?
Mazarino: Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, sí.
Colbert: Entonces, ¿cómo hemos de hacer?
Mazarino: Colbert, ¡tú piensas como un queso Gruyere o como un orinal de enfermo! Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres. Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos… cada vez más… ¡siempre más! A esos, ¡cuanto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos! ¡Son una reserva inagotable!
Estimado lector, ¿usted ya se reconoció como integrante de esa “reserva inagotable de recursos”? Sí, usted, como quien esto escribe y muchísimos de los habitantes de este país, formamos el inmenso conglomerado de lo que se ha dado con en llamar con acierto, “los nabos de siempre”. Los que pagamos impuesto tras impuesto para solventar al Estado y su ejército civil de burócratas y tecnócratas, cultores de la mediocridad y agentes ejecutores de la opresión del poder.
¿Vio que Vázquez, Mujica y Astori no inventaron nada? Hace cuatro siglos que los monarcas centralistas, estatistas y despóticos, hacían lo mismo que ellos hacen hoy. Su único peligro hipotético sería que algunos correligionarios, por haber copiado al pie de la letra la política de Luis XIV y su ministro el cura llegado a cardenal Julio Mazarino, los acusen de violar la laicidad y quieran echarlos. Como pasó con la directora del liceo N°1 de Salto.
Pero esos “acusadores” permanecerán callados mientras tengan la boca llena tragando todo lo que apañan a la sombra de un Estado muy preocupado en repartir el botín que consigue a costa de esa gente que está entre los ricos y los pobres.
O sea, la clase media fustigada por la lucha de clases impulsada por los comunistas y un gobierno anuente que la va acorralando, para seguir esquilmándola. Total, ella responderá al atropello con más trabajo y dinero limpio sacado de ese esfuerzo.
¿Y la oposición? No está dando la medida en materia de investigar, informar y denunciar la magnitud del caos gubernativo. Se está hipotecando el futuro y la soberanía comerciando en secreto con capitales extranjeros a espaldas del pueblo y sus representantes. La deuda externa crece. Nuestras aguas amenazadas por el fracking.
Ing. Ramón
Appratto Lorenzo