PASO DE LOS TOROS (Por Daniel Hardy Coll). Los vecinos de Paso de los Toros y Centenario, faltaron en masa a la conferencia abierta brindada por UPM el viernes, en esta localidad de Tacuarembó, la casa natal de Mario Benedetti (14 de setiembre de 1920) y donde descansan en estado ruinoso, los restos del Tren de los Pueblos Libres que impulsaran “para el cambio” los expresidentes de Uruguay y Argentina, José Mujica y Cristina Fernández de Kirchner.
Ciudad de no más de quince mil habitantes, la segunda más importante del departamento de Tacuarembó, que guarda en sus archivos a la famosa y más grande inundación sufrida por Uruguay, en 1959. Ya no hay molinos, ni la empresa de agua tónica más popular, ya no llega la ONDA al parador de la ruta 5, pero sí cinco empresas interdepartamentales. Muy cerca las represas de Rincón del Bonete y de Palmar. Pero la falta de empleo es grande y por eso, los isabelinos entrevistados por EL TELEGRAFO en la calle, “sueñan” con el establecimiento de esta empresa de celulosa de Finlandia, aunque temen por la contaminación que pudiese desencadenar la planta por más moderna y avanzada que sea, con la mejor tecnología que existiría en el mundo entero, según lo pregonan ambas partes, UPM y el gobierno.
Pero la mayoría de la población, prácticamente el 99,9% no asistió a la charla.
Sólo tres de los vecinos presentes, se animaron a preguntar, dos de ellos son funcionarios públicos, del MTOP y del Mides, un tercero, un joven en silla de ruedas que increpó al vicepresidente senior de Desarrollo de Negocios de UPM en Uruguay, Jaakko Sarantola, por no haber contemplado a la hora de elegir el salón de eventos, que tuviera accesibilidad universal y aprovechó para consultarlo sobre el cupo que podría llegar a dar la empresa a personas con capacidades diferentes. Sarantola, traductor mediante, se disculpó y le respondió parcialmente.
Las otras dos inquietudes fueron sencillas, una tan divagante que el ejecutivo no supo cómo contestarle, y la otra refirió a la arquitectura de la planta y su efecto negativo en el paisaje, ya que, al ubicarse posiblemente –porque no hay nada confirmado– a unos cuatro kilómetros al oeste de pueblo Centenario, en una meseta sobre el río Negro, para evitar las inundaciones, se verá con total claridad desde la orilla isabelina. Sarantola se limitó a responder que “sobre gustos no hay reglas”, pero que intentarían diseñar una planta que se integre al paisaje.
Los intendentes de Tacuarembó y Durazno, Heber da Rosa y Carmelo Vidalín, dijeron presente en este acto público, que fue copado por la prensa allegada desde todos los puntos del país, en una jornada de mucho calor. Ambos manifestaron su total respaldo a la inversión, aunque el nacionalista Vidalín no deja de aseverar que hay que “tener paciencia” y en entrevista concedida a EL TELEGRAFO, señaló que ya se presentaron solicitudes de permisos para instalar una ferretería, una farmacia, un hotel y tres prostíbulos en pueblo Centenario. Es que como en cualquier polo de desarrollo que se precie, el ocio también es un capítulo a desarrollar.
Cinco veces más grande
Vidalín se reunió con los directivos de UPM por espacio de dos horas, durante la conferencia no dejó de atender su celular, entró y salió varias veces y se sentó en la penúltima fila de asientos, mientras que su colega lo hizo en la primera. Afirmó a EL TELEGRAFO que esta planta será cinco veces más grande que la de Fray Bentos, pero contará con menos personal, debido a la alta tecnología que tendrá, de ejecutarse en los próximos años, si se cumplen todas las acciones exigidas por UPM al Estado. “Esto es una alerta que Uruguay debe cambiar su matriz productiva, ya no podemos vivir más de la materia prima, sino de la informática y robótica; por eso, tengo en mi ciudad el polo educativo y la UTEC, por eso cuando me preguntan sobre UPM, yo contesto UTEC”, expresó.
Las dos preguntas realizadas por EL TELEGRAFO tuvieron que ver con la elección de Uruguay para esta inversión, si era el agua lo más importante o los beneficios tributarios que se les concedieran, teniendo en cuenta que en otros países pueden ganar más, como lo había manifestado el director de la OPP, economista Fernando Isabella en la mesa de debate de la facultad días atrás, y la segunda, fue sobre cuándo presentarían el informe de evaluación de impacto ambiental en la Dinama.
Jaakko Sarantola confirmó que el estudio sería –o será– presentado en los próximos tres a seis meses, en esta segunda fase, después que quede integrado el equipo técnico que lo evaluará y redactará oficialmente. Acerca de la primera pregunta, dijo que “la planta no consume mucha agua y la que consume la devuelve totalmente limpia al río”. Según el traductor, sabe muy bien UPM que el río Negro está “totalmente contaminado” y se comprometió a invertir millones de dólares para mejorarlo, lo que ocurriría –según él– unos cinco años después de que comience a funcionar la planta. Asimismo informó que UPM invierte en forma permanente en el mundo, no sólo en Uruguay.
Sobre el famoso secretismo del contrato para cerrar la primera fase, Sarantola señaló que fue una exigencia unilateral de UPM, porque es una empresa que cotiza en bolsa.
El comunicado de prensa entregado en su primer párrafo que tiene dos líneas es claro: “UPM y el gobierno de Uruguay, firman contrato de inversión para establecer un marco operativo competitivo para una posible nueva planta de celulosa”. Sólo se trata de requisitos para el marco operativo de un proyecto de fábrica de celulosa con tecnología de vanguardia, porque “una operación industrial a largo plazo requiere de un marco operativo estable y predecible”.
El contrato de inversión que ya se conoce fue presentado en forma audiovisual y no agrega nada de lo ya divulgado en los últimos días por el gobierno.
No ocultará nada
Sarantola resaltó una y otra vez que se contestará una a una, todas las preguntas que vaya recibiendo, en su debido tiempo, porque no ocultará nada. Destacó además la “magnífica preservación del medio ambiente que ejecuta el gobierno uruguayo en todo su territorio”, aseveración que dejó perplejos a más de uno, asimismo cuando destacó qué UPM no contamina.
“Este proceso –agregó Jaakko Sarantola– es lento, requiere de mucha paciencia, ahora estamos iniciando la segunda fase, que llevará entre año y medio y dos para su conclusión. Luego recién, empezaremos la tercera fase donde se abre una ventana para tomar la decisión (unilateral) por parte de UPM sobre si hace o no, la inversión de la segunda planta”.
Añadió seguidamente: “Sé por experiencia propia que puede existir preocupación por el medio ambiente pero estamos orgullosos porque somos los pioneros en el cuidado del mismo en el mundo en lo que respecta a la industria de la pulpa de papel, por la tecnología de avanzada con la que contamos y el profesionalismo y preparación de nuestros técnicos”. Las preguntas del periodismo apuntaron a intentar conocer más detalles de la ubicación geográfica, de la capacitación del personal, del rol de los gobiernos departamentales, de los planes de estudio para preparar profesionales convenientes a esta industria y sobre la inversión y los tiempos, la infraestructura y otras yerbas.
Los colegas de radio Zorrilla de San Martín de Tacuarembó, le preguntaron si UPM se compromete a que no haya fuertes olores contaminantes del aire y más contaminación de la ya existente y el anfitrión respondió: “No cambiar la calidad de vida puede significar distinto para todos nosotros. No estamos cómodos con el estado actual de contaminación del río Negro, queremos intervenir para saber por qué tiene tan alta concentración de fósforo, vamos a invertir en ello. Si en otras partes del mundo se encontraron soluciones a estos problemas, debemos lograrlo acá también, porque queremos un río limpio”.
Impacto en el ecosistema
En el contrato firmado, en el capítulo referido a la contaminación, sin embargo se lee algo diferente a las palabras de Sarantola en esta reunión: “Pese a que se establecen límites a los volúmenes que puede verter la empresa en el Río Negro, no queda claro el impacto que tendrá en el ecosistema. Como compensación UPM pagará U$S 10,5 millones”.
Unas cinco mil toneladas de pulpa de celulosa por día transportarán los trenes de UPM hasta el puerto de ultramar que está en los planes construir en Montevideo, dentro de también una Zona Franca propia de la empresa finlandesa, correrán entre siete a ocho trenes en una y otra dirección, pagando un canon ya establecido. “No debe preocupar el tema del tren, será un tren del siglo XXI que se integra a las ciudades, con vías soldadas para evitar el traqueteo de los viejos trenes”. El intendente Vidalín se mostró preocupado, ya que debe empezar a estudiar con el MTOP el traslado de decenas de familias ubicadas cerca del trazado ferroviario actual, en su paso por el departamento. El tema preocupa no sólo en Durazno, sino en Florida, Canelones y Montevideo. Más allá qué ya se están reconstruyendo los puentes de la ruta 5, para soportar el peso de tantos camiones con acoplados que pasan las 24 horas en forma permanente, la gente se pregunta cómo se solucionarán todos los problemas en el tránsito para entonces, si hoy, ya es caótico en el sur del país.
Los enviados del diario El Acontecer de Durazno lo interpelaron sobre la confidencialidad del acuerdo. Sarantola empezó agradeciendo por la pregunta ya que indicó se había olvidado de hablar sobre este ítem en su abreviado discurso de bienvenida. “Fue una sorpresa el impacto que causó la confidencialidad de este contrato que negociamos. Pero fue pedido por UPM (en forma unilateral) porque cotiza en bolsa y no se puede estar informando de todo. Es política de UPM. Complejo hubiera sido firmarlo, si lo dábamos a conocer antes”.
