La Junta Departamental realizó anoche un homenaje al septuagésimo aniversario de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeyom) en sesión especial presidida por el edil Ricardo Ambroa y con la presencia de la diputada Cecilia Bottino, directores de la intendencia, dirigentes de Adeyom, tanto salientes como entrantes, empleados municipales y familiares. Ambroa llamó al dirigente histórico de Adeyom, Nery Bianco, a ocupar un lugar en la Mesa.
Hicieron uso de la palabra Edgardo Quequín por el Partido Colorado, Pablo Bentos por el Partido Nacional y Hermes Pastorini (otro sindicalista histórico, de Paylana) por el Frente Amplio. También habló el presidente saliente de Adeyom, Justo Montiel y Bianco.
“Si nos remitimos a la época en que se fundó Adeyom, en el año 47, era una época muy rica en Paysandú; fue cuando se hizo la primera exposición industrial en el puerto (1948), cuando se empieza a construir la zona industrial de Paysandú, las grandes fábricas, los grandes sindicatos que se contagian con Adeyom”, dijo Pastorini.
Recordó que “en la década del 50, siendo estudiante en la Escuela Industrial, participé en muchas movilizaciones de Adeyom. En esa época, en el año 57, como sindicato colabora para la formación de lo que fue el Plenario Obrero Estudiantil de Paysandú”.
“Los años 60 fueron difíciles, con enfrentamientos con los intendentes de turno que no pagaban en fecha. Recuerdo atrasos de dos y tres meses; me acuerdo de la lucha de los trabajadores”, agregó.
“En los años 70 vino la época difícil de las medidas prontas de seguridad; fuimos compañeros de calabozo en aquella época con algún dirigente de Adeyom. Han pasado setenta años, no reinvindicando cosas para ellos solamente, sino para todos”, subrayó.
Bentos saludó “en nombre del Partido Nacional a la Directiva que se va, liderada por Justo Montiel, y a la directiva que llega, a la cual le deseamos un buen desempeño”. Destacó que el sindicato se ha caracterizado por “la defensa de las condiciones laborales y los derechos de todos sus compañeros. Padecimos toda la sociedad uruguaya y también padeció este fuerte sindicato de municipales. Son setenta años de lucha por y para el trabajador municipal, que hablan de momentos y décadas, algunas que no fueron buenas, otras que sí. Hoy vivimos como esperamos vivir siempre (en democracia)”.
Quequín, por su parte, señaló que “estar en el sindicato no es una tarea sencilla, sino muy difícil. Hay un desafío muy importante, no solo con los funcionarios agremiados sino con los que por alguna razón no están afiliados. Hay que tener una visión muy grande para llevar adelante las reivindicaciones de cualquier índole”.
Montiel se mostró muy emocionado, dijo que estaba viviendo una jornada inolvidable y recordó nombres de viejos dirigentes del sindicato de municipales.
Bianco fue el último orador, quien también muy emocionado y recordó especialmente los años de lucha contra la dictadura. “En 1973 a este sindicato le cupo una responsabilidad brutal: tuvo que demostrar su apego a la democracia, aunque no pudimos cumplir con la decisión que había tomado el Pit Cnt, de Golpe de Estado igual a ocupación de los lugares de trabajo, porque no estábamos trabajando, estábamos en conflicto reclamando el pago de nuestros salarios”, sostuvo.
