Un remate con mucho de despedida; ahora Paylana queda en la memoria

Hoy se están entregando los últimos lotes vendidos en el remate de mobiliario y otros bienes de Paylana, dando por cerrado el período de la gran industria textil sanducera, aunque quedarán algunos emprendimientos en el mismo predio. Tal es el caso de alguna maquinaria original, como la caldera, que fue comprada por un empresario montevideano pero queda en el lugar, donde encarará un emprendimiento que utilizará esa y otras maquinarias de la planta sanducera.
De todas maneras, gran parte de la vieja fábrica fue o está siendo desmantelada para dar lugar a los nuevos destinos que le dará su actual propietaria, la Intendencia de Paysandú.
Javier Jolochin, uno de los martilleros junto a Juan Carlos Muntzell, dijo a EL TELEGRAFO que no fue un remate más, sino que tuvo mucho de despedida, ya que “se notaba que había como sentimientos encontrados, porque por un lado había bastante gente que no necesariamente fue por el remate, sino porque trabajó en la fábrica. Y comentaban sobre la cantidad de gente que trabajaba antes y ahora estaba vacío y en silencio, pero por otra parte se hablaba de lo que se planifica hacer con ese inmueble gigante”. (Más información en edición impresa)