Los clubes decidieron mantener la etapa

La decisión tomada por el movimiento Más Unidos Que Nunca, integrado por un 90 por ciento de los futbolistas profesionales de Primera y la Segunda División Profesional, trajo cola.
Los jugadores decidieron sobre las 23.30 del lunes iniciar una paralización de actividades hasta en tanto la Mutual de Futbolistas Profesionales no convocara a Asamblea y se cumpliera con lo que en ella decidiera.
Ayer, el movimiento presentó ante la Mutual el pedido de Asamblea con más de 50 firmantes tal como establece el estatuto del gremio, solicitando que fuera fijada en menos de 48 horas.
En la solicitud, los jugadores establecieron el Orden del Día de la Asamblea: remoción de todos los titulares y suplentes de la directiva, así como los de la Comisión Fiscal, y la designación de una nueva dirigencia integrada por cinco titulares y tres suplentes, que tendrían como objetivo convocar a una Asamblea General Extraordinaria en un plazo mínimo de 15 para elegir nuevas autoridades, así como iniciar una auditoría. Desde la Mutual se dejó en claro que no quieren presiones y que, más allá del pedido permanente de renuncia, no van a dar un paso al costado.
Es más: los presididos por Enrique Saravia recibieron el pedido e indicaron que llamarán a la Asamblea, pero entendiendo que no tiene carácter grave y urgente definirán mañana la fecha, asegurando que tienen 30 días para convocarla.
Así, la presión fue aumentando con el correr de una jornada intensa.
¿Qué espera la Mutual para contemplar el pedido de los socios firmantes? Ver si existe algún tipo de acercamiento en la reunión de la que participará la directiva junto a los representantes de Más Unidos Que Nunca, ya que ambas partes fueron convocadas por la Comisión de Deportes de la Cámara de Representantes en un intento de mediar.
El acuerdo, parece más que claro, no llegará dado que las posiciones son totalmente contrarias y radicalizadas.
A la noche se escribió otro capítulo. En la mañana el presidente de la AUF, Wilmar Valdez, había convocado a una reunión de presidentes de clubes con el objetivo de plantear cómo estaba dada la situación.
Tras varias horas de conversaciones, se decidió mantener los detalles de las etapas correspondientes a la Primera y Segunda División Profesional, lo que abre otro manto de incertidumbre.
José Luis Palma, presidente de Liverpool, indicó que los clubes van a cumplir con sus obligaciones: “la organización del espectáculo, la venta de entradas, la convocatoria a los árbitros y se van a abrir las puertas de los respectivos estadios”, dijo.
Algunos clubes barajaron la posibilidad de penar económicamente a los futbolistas en caso de que no jueguen (Danubio y El Tanque fueron dos de ellos), y se decidió que en caso de que no haya fecha el fin de semana “se convocará en la AUF a una Asamblea Grave y Urgente con el objetivo de tomar las decisiones que correspondan”.
Palma agregó que “el conflicto es de los jugadores y nada tenemos que ver los clubes”.