Guichón volvió a mostrar que es un buen mercado para toros

Comercializando un buen porcentaje de la oferta, con valores corrientes en general, pero demostrando porqué es la capital ganadera del departamento, se vendieron ayer más de 85 toros en el local de la Liga del Trabajo de Guichón, en el marco de la Exposición de Reproductores organizada por la Liga del Trabajo.
La subasta estuvo a cargo de las firmas Escritorio Esteban Bosco Ruíz y Héctor Indarte Negocios Rurales, con el martillo de Marcelo Cravea y Romualdo Rodríguez, siendo administrada por el Banco de la República.
El valor máximo del remate se verificó para el primer toro que ingresó a pista. Se trató del Copa de Honor Polled Hereford de cabaña “Ataliba” de Agustín A. Alvarez, que luego de una intensa puja se lo quedó la cabaña de la zona “Los Butiá” de Gabino Azevez Buzzi, pagando U$S 5.500.
Los primeros lotes se colocaron con un mercado selectivo y valores que oscilaban en U$S 3.500, dificultándose un poco más la colocación a medida que transcurrían los lotes. De la raza se vendieron 30 toros entre el valor mencionado y U$S 2.000, promedio U$S 2.857.
Los Angus se despacharon con mayor firmeza, dispersándose casi toda la torada en pista entre 3.600 (valor obtenido por varios toros de los ubicados más arriba en la calificación del domingo), y mínimo de 1.800, con promedio para los 30 toros vendidos en pista de U$S 2.700.
Posteriormente se ofertaron los Limousín, con buen interés de la demanda, que pagó entre 4.350 y 2.200, promedio U$S 2.880. Por un toro Normando se pagó U$S 1.800 y los Brangus se pagaron entre 2.500 y 2.400 dólares.
En vientres, se ofrecieron alrededor de 400 ejemplares, comercializados en su totalidad. Las terneras se pagaron en pista entre U$S 1,75 y U$S 1,70; vaquillonas de sobre año entre U$S 1,70 y U$S 1,75. Vaquillonas para entorar entre U$S 540 y mínimo de U$S 520.
Marcelo Cravea consideró que “los valores están dentro del mercado de lo que se puede obtener, aún cuando la ecuación da que con ocho terneros se compra buena genética.
En los vientres se observó que la demanda por la reposición “es muy importante y la gente supo valorar la buena genética presentada”, dijo el martillero.