Un Hillman California de 1956 de familia y original

El automóvil Hillman siempre fue reconocido como un vehículo sólido, económico y confiable. Resultaba ser una buena opción en el transcurso de los años cincuenta para los clientes que querían poseer un auto más pequeño que aquellos que pertenecían a las marcas y modelos norteamericanos tan de moda en esa época.
Entre 1949 y 1957, el Hillman cambia poco, aunque de todas formas se van instrumentando mejoras graduales a nivel de la parrilla, la suspensión y la potencia del motor.
Durante 1953, aparece un modelo tipo cupé, dos puertas, sin parantes. Se destaca por su amplia y envolvente luneta trasera en tres tramos. El modelo se denomina California y, según los entendidos, fue diseñado para conquistar al público norteamericano.
MUY BIEN PRESENTADO
Pintado en tono gris con el techo azul, se puede ver este ejemplar de 1956, una cupé de dos puertas, sin parantes, que pertenece a Godofredo Fernández, quien nos manifestaba que lo tiene en su poder desde hace unos diez años y antes había pertenecido a su padrino, que lo había adquirido cuando era cero kilómetro en Colonia. Ahora es su hijo José Fernández quien se moviliza en este Hillman California.
El auto está original, al igual que el motor, y mantiene su cómoda palanca de cambios en el volante.