Polémica en termas de Arapey por el nuevo control de acceso

La Intendencia de Salto dispuso el traslado del control de ingreso a las termas de Arapey a unos 700 metros al Oeste de su actual ubicación, hecho que motivó una polémica con los gerentes de los dos hoteles cinco estrellas, ya que sus clientes no pagaban entrada a Termas, tomando por una bifurcación del camino que lleva a ambos hoteles. También están preocupados por las demoras que podrían ocasionarse en el lugar de ingreso, ya que hay días en que pasan 400 vehículos con destino a los hoteles 5 estrellas.
El nuevo edificio de control de ingreso, construido con apoyo económico de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, está metros antes de llegar al puente del “aliviadero Arapey” sobre el camino Raúl Gaudín.
La intención de la Intendencia es cobrar a todos quienes ingresen a pasear o vacacionar en el predio temal, una entrada de 150 pesos para turistas generales y 80 pesos para los residentes salteños, valores que ya se están pagando, pero en el portón de entrada a las termas.
Con el traslado hasta el nuevo emplazamiento, si bien aún no está funcionando, se generó una polémica con los encargados de los hoteles Arapey Thermal Spa & Resort y Altos del Arapey, que argumentan que este cambio podría molestar a quienes van a alojarse a estos servicios “all inclusive” y cinco estrellas.
ENTRABAN A ACAMPAR
Y NO PAGABAN
La directora de Turismo de la Intendencia, María Noel Rodríguez, dijo a EL TELEGRAFO que “esta nueva cabina de acceso cambia el lugar de entrada a las termas, pero todavía no está en funcionamiento”, y que el motivo fue que “el control de acceso estaba luego de la bifurcación que lleva a los hoteles, por lo que había gente que tomaba ese camino y no ingresaba a los hoteles, sino que como no hay ninguna separación física, iba al predio de la termas y no pagaban entrada”. Consultada si no hay controles internos sobre quienes ingresan a los otros hoteles que están en termas, los bungalows o el camping, dijo que “algunos se quedaban por el día, pero otros iban por ejemplo al camping. En temporada baja, los 70 funcionarios municipales que hay pueden controlar bastante, pero en temporada alta se hace muy difícil porque además del control, tienen que hacer mantenimiento, limpieza, recolección, otros trabajan en los moteles y el hotel municipal. Algunos se los detectaba, pero otros no, porque hay quienes no arman campamento permanente, y se andan escondiendo”.
Agregó que “este control tiene que ver con los ingresos económicos, y también con generar datos precisos de la cantidad de turistas que llegan a Arapey. La Intendencia tiene la obligación de recaudar para mantener los servicios en las termas, que se han convertido en un centro poblado con unas 350 personas que viven o trabajan ahí, tanto en el sector público como en el privado”. (Más información en edición impresa)