Más de nueve horas demandó la instancia judicial por el caso del peón rural que denunció haber sido agredido físicamente y amenazado por el capataz y propietario, respectivamente, del establecimiento rural “Flor de Ceibo”, ubicado en Estación Itapebí, Salto. Tras ello, el juez Marcelo Silva instruyó a la causa la posibilidad de llevar a cabo una reconstrucción de los hechos ocurridos en jurisdicción de la Seccional Séptima del vecino departamento. En tanto, el denunciante, Hugo Antonio Leites, que sufrió varios golpes con un rebenque, dijo a diario Cambio que se presentaba “con la verdad y voy a decir lo que es”. “Vamos a ir hasta las últimas consecuencias, por mí y por todo lo que han hecho esos gringos, porque son unas ratas. A cuántos por ahí le pasó y nunca se descubrió, a estas ratas tienen que exterminarlas”, agregó.
Sobre los rumores que lo involucraban con la esposa del capataz de la estancia, versión que ha circulado en las últimas horas, que conducirían a esclarecer el porqué de la agresión, Leites dijo que eso “es todo chusmerío que levantó la gente”.
“Desde los 14 años empecé en las estancias, ahora estaba retirado de la campaña y me dedicaba a otras tareas y volví el 31 de diciembre de 2016 a ese establecimiento hasta el 18 de setiembre de este año” remarcó. Además dijo que el dueño del establecimiento lo contrató solo para tareas de campo. “Cuando me habló, me contrató para tareas de campo pero llegué ahí y era para todo. Para casero, racionar ganado en los corrales, alambrar y a veces hasta cocinar. Todas las tareas que se pueda hacer, se hacían. Ahí se trabaja de sol a sol”. En tanto, la abogada de los denunciados dijo que, por el momento, no se brindarán declaraciones. Por su parte, en la víspera, se realizó una marcha en apoyo al trabajador violentado, cuya concentración se realizó en las puertas de la Asociación Rural de Salto. La misma, organizada por el Pit-Cnt, contó con la participación de varios actores políticos, sociales y trabajadores de la zona.
