(EL PAIS)
Cinco internos de la sala 11, de máxima seguridad, del Hospital Vilardebó se fugaron al mediodía de ayer. El lugar cuenta con un cupo para 38 pacientes, en su mayoría derivados por la justicia y el sistema carcelario. Sin embargo, los hombres se retiraron caminando por una puerta que estaba abierta debido al ingreso de obreros que realizaban reparaciones en el lugar.
El sindicato de trabajadores responsabiliza de la fuga a la falta de recursos humanos y de infraestructura del Vilardebó. “Esa obra se está realizando hace más de 5 meses. Estaba todo abierto, el candado era malo, lo forzaron y salieron caminando”, dijo a El País Pablo Silva, presidente del sindicato del Hospital Vilardebó.
El gremio asegura que las condiciones de trabajo son pésimas y que hay un enfermero cada 30 pacientes y un guardia de seguridad cada 60.
“Hay una dirección nueva, nos pide tiempo. Pero ASSE sabe muy bien la cantidad de denuncias que hemos hecho en el último tiempo. Estamos trabajando regalados”, agregó. Además confirmó que en los últimos cinco días dos enfermeras fueron agredidas de gravedad y se realizó la denuncia en la seccional correspondiente.
