La zafra agrícola en serios problemas por abundantes precipitaciones y granizo

Las abundantes precipitaciones registradas en agosto –que ya cuadriplican lo que normalmente debe llover en el octavo mes de año– además del granizo verificado en algunas áreas están generando serios problemas en la zafra de invierno, cuyos cultivos no tienen margen de negatividad para la rentabilidad del negocio.
El frío análisis de los registros pluviométricos son elocuentes para que el impacto de la zafra de invierno sea preocupante y genere un fuerte margen de incertidumbre sobre los rendimientos que se puedan lograr a partir de fines de noviembre, cuando en esta zona del litoral se comience a cosechar las primeras chacras de cebada.
El promedio histórico para agosto es de 70 milímetros. En lo que va del mes y de acuerdo con lo que establece la Central Meteorológica de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, ya van 326. De ellos, 42 mm corresponden a la lluvia caída entre las 3.30 y 5 de la víspera, y 66 mm entre las 15 horas del lunes y las 5 de este martes. Por lo tanto, en 14 horas llovió casi lo mismo que debe llover en agosto.
Productores y técnicos coinciden en que el suelo ya no absorbe más agua. En lo que va del año, el acumulado actual es de 1.446 milímetros –según la misma Central Meteorológica– y el promedio histórico anual del país es 1.220. Y aún faltan cuatro meses para terminar el año.
La situación es más complicada en varios departamentos del sur y litoral sur del país, donde hay registros de 160 a 240 milímetros en solo dos días, con fácil escurrimiento y serias dificultades para zonas reconocidas por su lechería, que no pueden ingresar a las avenas y praderas para no pisotear lo sembrado, por ende, a quienes hicieron agricultura por el exceso hídrico en las plantas.
GRANIZO
El granizo ha generado también serias dificultades en distintos emprendimientos de nuestro departamento y en otras zonas del país. Es el caso de un establecimiento de la zona de Merinos, en el que 120 hectáreas de colza fueron prácticamente destruidas por el impacto de la piedra.
Desde la empresa Baselto, el ingeniero agrónomo José Cristaldo manifestó a EL TELEGRAFO que “las pérdidas en este cultivo será muy importante, al igual que alguna cebada, que también había sido sembrada en la zona y tuvo el impacto de la granizada”.
El técnico entiende que en general para el sector agrícola “ha sido un año muy atípico con muy pocas heladas y, en general, altas temperaturas para cultivos de invierno, lo que no es positivo. Se deben sumar además, en agosto, zonas con muchas lluvias y un gran exceso”.
Explicó que con las lluvias del mes de julio, “tuvimos algún área del sur de Paysandú con pérdidas de chacras que se sembró y se perdieron, y otras que incluso no se llegaron a sembrar. Además, dependiendo de las zonas y las chacras, hay muchas que han sufrido exceso de agua y presenten poco macollaje, mucho enmalezamiento y tras eso vienen los problemas sanitarios que se están viendo en la mayoría de las chacras”.
Cristaldo indicó que “ya tenemos pérdida potencial en los cultivos y, a diferencia de otros años, los cultivos tienen mucho macollo, lo que va a generar que el número de espigas sea menor y el rendimiento final no sea el esperado”.