La Intendencia propuso al Centro Comercial tres líneas de acción para mejorar 18 de Julio

Cambiar la cartelería comercial, modificar la iluminación pública y comercial con nuevas tecnologías y diseños, y trabajar en la recuperación de la semipeatonal de 18 de Julio son las tres propuestas estructurales que la Intendencia presentó al Centro Comercial e Industrial de Paysandú, en una reunión realizada el martes en la sede de la entidad gremial, con la participación de su presidente, Jorge Ledesma; Andrés Piaggio, Sergio Babic y Manuel de Souza, por la Intendencia, junto a un grupo de comerciantes.
La Intendencia propuso una intervención para recuperar el microcentro de la ciudad, especialmente la zona de la semipeatonal que se extiende por calle 18 de Julio desde su intersección con Montecaseros hasta el cruce con calle Treinta y Tres Orientales.
Uno de los objetivos es la adaptación de la cartelería de los comercios a la normativa vigente, para liberar a la principal calle de la ciudad de la “contaminación visual” que hoy tiene, estableciendo parámetros que al tiempo que les asegure a los comerciantes la posibilidad de mostrar sus ofertas no interfiera con las intenciones de los demás y no se distorsione la globalidad de la arteria.
El segundo aspecto refiere a mejorar la iluminación incorporando tecnología y diseño que hagan al microcentro más atractivo, además de mejorar el rendimiento del tendido. El objetivo es que 18 de Julio tenga “iluminación festiva que modernice toda la zona”. La Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU) se sumó a esta iniciativa y trabaja en un proyecto para cuya ejecución los comerciantes comprarían los materiales y a la Intendencia le correspondería aportar la mano de obra.
Mientras que la tercera línea de trabajo apunta a recuperar las veredas. Se informó que si bien se ha tomado la decisión de mejorarlas “tendiendo a igualar la calidad de la obra de la semipeatonal de 19 de Abril”, las tareas se harán de manera gradual dado que no se había previsto invertir allí.
“Redistribuyendo hemos conseguido recursos para, en principio, hacer un buen mantenimiento con algunas mejoras. Pero la verdad es que no habíamos previsto en el Presupuesto plata para esta obra porque jamás nos imaginábamos que a tres años de hecha iba a tener tantas dificultades”, enfatizaron los representantes de la Intendencia.
En primer término se trabajará para recuperar los desagües pluviales, “que están más cerca del límite de los predios”. En ese caso se recambiará la totalidad de la lozeta por otras de mejor calidad y que tienen un diseño que permite orientar sobre el sentido de circulación a personas no videntes a través del contacto del bastón con los canales que traen las placas.
Serán similares a las que se colocaron en 19 de Abril entre 18 de Julio y Leandro Gómez y destacó que su presencia “nos permitirá corregir el error que teníamos en la calle principal, dado que no es inclusiva”. Asimismo, se procederá al recambio de unos 850 baldosones “que ya están rotos o a punto de romperse”. La cifra surge de un relevamiento que realizó el Departamento de Obras. Si bien el recambio será por elementos de la misma calidad y del mismo color, “los baldosones que están colocados ahora se rompieron porque no tuvieron el tiempo necesario de fraguado, los colocaron poco después de hechos”, expresaron los técnicos. Y aseguraron que “nosotros no vamos a cometer ese error”.
También se planifica mantener y mejorar el sistema de rejillas, “que hoy tienen dos graves problemas: se desueldan y se corren horizontalmente, amontonándose unas sobre otras”. La idea es suplementar algunos hierros debajo de esas rejillas para evitar los desprendimientos y se colocará un sistema de ángulos para evitar el movimiento. Si bien no se descartó otra solución, se argumentó que lo presentado resulta “lo posible según la disponibilidad de recursos”.
La intervención cerraría con el recambio de los bolardos que delimitan la vereda de la calle, “cambiando los que tenemos ahora que se rompen fácilmente y provocan daños en los vehículos” por pilonas flexibles. Se trata de “lo que se está utilizando en el primer mundo en este momento”, elementos que por los materiales con los que se construyen son capaces de soportar impactos y de volver a su estado normal.