Intendencia fue avisada de caballo suelto antes del accidente en Roldán

Vecinos de Dr. Roldán subrayaron que el accidente del domingo pasado por la noche, que tuvo como protagonista principal a un caballo “pudo haberse evitado” si las autoridades de la intendencia hubieran actuado con la celeridad requerida.
El accidente ocurrió antes de las 21, cuando un caballo que cruzó la avenida a la altura de calle 30, chocó con violencia con el vehículo IAD 3409, sin que el conductor resultara herido, aun cuando el automóvil sufrió severos daños en su parte frontal y techo. El caballo resultó herido y posteriormente murió.
No obstante, desde la intendencia se señaló que una vez recibido el llamado de advertencia -a las 19.21- el supervisor de turno en Movilidad Urbana (donde fue recibida la llamada) se trasladó personalmente al lugar pero no pudo encontrar al equino.
También se indicó que -tras el siniestro- quien se presentó posteriormente como propietaria del caballo dijo que “estaba debidamente atado pero que desconocidos le habían robado el bozal, por lo que quedó suelto, lo que después derivó en el infortunado accidente”, dijo Federico Álvarez Petraglia, director de Tránsito.
VECINOS CANSADOS DE CABALLOS SUELTOS
El vecino de la zona Manuel Legorburu dijo que “acá caballos sueltos hay siempre. Llamamos a la 5ª (Seccional de Policía) o a Movilidad Urbana, pero en general no tenemos respuesta, no aparecen los famosos arrieros y eso que uno de ellos vive cerca. A veces nos sorprende que después de hacer la llamada policial aparecen al rato los dueños de los caballos y se los llevan, vaya uno a saber qué pasa ¿no?”
“Mi esposa llamó a Movilidad Urbana e hizo la denuncia. No fue la primera vez, le diría que a lo largo del tiempo ha llamado unas veinte veces. Pero nadie vino, los arrieros no se aparecieron, no se llevaron el caballo suelto -uno de tantos que hay- y luego pasó el accidente. Hoy no estamos hablando de una muerte, pero de casualidad nada más”, agregó.
“Este es un problema de nunca acabar, porque las autoridades, tanto la intendencia como la policía, no pueden decir que no están al tanto del asunto. La intendencia tiene muchos inspectores de Tránsito, pero no veo que destine algunos al contralor real del tránsito, por ejemplo, con recorridas por las zonas donde habitualmente -se sabe bien- hay caballos sueltos”, subrayó.
“Y nadie puede dudar el peligro real que significan los caballos en la calle, por algo se han registrado ya varias muertes. No creo que sea un asunto a tomar a la ligera”, dijo también. Y puso como idea que “una forma de controlar finalmente el problema sería tener la trazabilidad del caballo, colocarle un chip con los datos del propietario y demás. Porque resulta que cuando muere un caballo en un accidente, desaparecen los dueños”.
“De pronto no tiene dueños. Eso creo que sí solucionaría el asunto. Ahora quieren ponerle chip a los perros; bueno, es una oportunidad para solucionar este gran problema”.
“DE INMEDIATO CONCURRIÓ
EL SUPERVISOR”
No obstante, en este caso puntual, desde que es obvio que la cantidad de caballos sueltos en la ciudad es un problema de importancia, especialmente para el tránsito, con varias muertes provocadas por accidentes con caballos que han aparecido de improviso en calles y rutas, la intendencia afirma que cumplió con su obligación.
Federico Álvarez Petraglia, director de Tránsito y Transporte, confirmó que “efectivamente nuestros registros indican, tal cual afirmaron esas personas a EL TELEGRAFO, que a las 19.21 del domingo pasado se recibió en el teléfono del supervisor de turno de Movilidad Urbana, advirtiendo la presencia de caballos sueltos en esa zona de avenida Roldán”.
“El propio supervisor -agregó- se trasladó al lugar, pero desafortunadamente no encontró nada. Por esa razón, no se hizo ningún procedimiento. De haberse encontrado un animal suelto, se hubiera llamado a los arrieros mientras el inspector de Tránsito aseguraba la zona, previniendo precisamente accidentes”.
Tras producirse el accidente, porque tal como se había indicado en la denuncia sí había caballos sueltos, al menos uno, inspectores de Tránsito, junto a policías y servicios de emergencia médica, volvieron al lugar. “Otra supervisora habló con una mujer que dijo ser la propietaria del caballo, que estaba al lado del equino como se la ve en la foto del diario, y ella dijo que estaba atado, pero que no sabe quién o quiénes le robaron el bozal y quedó suelto”, explicó Álvarez Petraglia.
No pudo determinarse dónde estaba atado el equino, desde que si lo estaba en la vía pública o en un terreno fiscal, de todas maneras estaba en infracción. Eso, de hecho, provocó un accidente que esta vez no tuvo un final más infausto desde que el conductor no resultó lesionado.