“Si cambian los valores reales, habrá un aumento impositivo importante”, dijo Walter Texeira Núñez

El ministro de Economía y Finanzas, contador Danilo Astori, negó que la actualización de los valores catastrales de inmuebles rurales implique una suba en los valores que tributan estos predios, expresiones que generaron más dudas que días atrás. “Esto ocurriría siempre y cuando hagan una modificación sobre la base imponible de los impuestos que lo gravan”, enfatizó a EL TELEGRAFO el contador Walter Texeira Núñez.
“El gobierno nos tiene acostumbrados a este doble discurso, de que no hay impuesto nuevo, diciendo que solo modificaron lo que estaba”, manifestó el vicepresidente de la Asociación Agropecuaria de Salto. “Dice que no aumentaría, pero en realidad lo que hacen es entreverar el asunto porque, de hecho, si cambian los valores reales, habrá un aumento impositivo muy importante”. El dirigente recordó que, en oportunidad del Consejo de Ministros realizado en ese departamento, “le planteamos este tema de los impuestos fijos y él concordó. También le manifestamos que se había aumentado la alícuota del impuesto en acuerdo con los intendentes y no tenía memoria de eso”.
Texeira entiende que “cuando viene una situación complicada dentro del partido de gobierno, terminamos siendo prenda para que nos metan algún otro impuesto y así quedan contentos y vamos arriba. Perdiendo en lo que esto significa como castigo a la producción, en menos empleo, menos inversión y un montón de cosas que repercuten de manera sumamente negativa en nuestras poblaciones rurales, que trabajan directamente con nosotros, porque habrá muchas cosas que los productores deberán dejar de hacer”.
El profesional indicó que “la base imponible de la Contribución Inmobiliaria Rural (CIR) del Impuesto a Primaria y del ITP, en caso de venta de algún inmueble rural, es el valor real de catastro. Este valor de catastro está aproximadamente, en estos momentos, para campos de Índice Coneat 100 –dependiendo de su ubicación– en alrededor de 500 o550 dólares”.
“Ya sabemos que ese no es el valor de mercado”, aclaró, pero sostuvo que “la alícuota que tienen estos impuestos es altísima. Anda en una recaudación aproximada de U$S 8 por hectárea por año, para un Coneat 10. Si se está pensando en modificar ese valor y acercarlo a los valores de mercado, que se imagine la gente el efecto que puede tener sobre la renta neta, que es lo que importa, cuando la renta neta ya está cercana a un 20%. Allí el efecto puede ser gravísimo”, subrayó.
“Me extraña lo que dice Astori”, agrega el productor. “Me parece que quiere minimizar el tema, pero el hecho es que si tocan los valores reales, tendremos un efecto impositivo muy importante sobre la carga fija”. Aclaró que en un principio no afecta al impuesto al patrimonio, “porque este está referido a valor real de 2012 y a partir de ahí se reajustan por un índice que hace el Instituto Nacional de Estadística”.
CATASTRO
Recordó que la Federación Rural se entrevistó con los directores de Catastro “y, por ese lado, hasta el momento no hay ninguna orden de hacer nada. Pero mucho nos tememos que a fin de año, cuando aparezca el decreto que reajusta los valores, ocurra lo mismo que sucedió cuando en 2009, al finalizar el gobierno de Tabaré Vázquez y con Álvaro García en el Ministerio de Economía y Finanzas (hoy en la OPP), se descolgaron con un 35% de aumento, cuando la inflación y el arreglo de inmueble urbano fue de un 7%”.
Puntualizó que el hecho de que los catastros no estén actualizados a los valores de mercado “también vale para los valores reales de los inmuebles urbanos, que tienen una diferencia muy importante con los valores de mercado de bienes”.
Para el contador, “es mucho más fácil, para tener impuestos más adecuados, mantener los valores bajos con alícuota alta que modificar todas las leyes para modificar las alícuotas a valores reales de mercado. Si hacen esto, será un manotazo más de desesperado que tendrá un efecto catastrófico para la producción, especialmente para los productores del norte del país”.
UNA FANTASÍA
Comentó que escuchaba al presidente del Pit-Cnt hablar de las rentas “y cómo los productores nos habíamos forrado en plata por el aumento del valor de la tierra. Esta gente no tiene la menor idea de cómo son las cosas, que no se vende un pedacito de tierra, se genera una renta neta y el valor de la tierra a veces ayuda, pero lo que nos ha traído a quienes permanecemos produciendo son más dolores de cabeza que otra cosa, porque crea hasta fantasía, a nivel urbano, de una cosa que realmente no es”.
“Vamos a recordar además que cuando el productor vende su campo, por la razón que sea, existe un impuesto que es bien gravoso –creado por el hoy ministro Astori–, que se queda con una buena tajada. Cuando se convierte esa renta en dinero, el Estado cobra su buena parte. Ahora, pretender cobrarla antes que se genere con estos otros argumentos verdaderamente me parece un disparate para la producción”, dijo Texeira Núñez.
Se preguntó además “hacia dónde vamos con todo esto. Lamentablemente, debería estar discutiendo cómo apoyar a la producción en general: la agroindustria, la producción agropecuaria y las otras industrias del Uruguay para que podamos competir y generar empleo, pero estamos en esta chiquita de cómo le metemos más impuestos, afectando a la producción y jugando para atrás”.
REAFORO
Luego de realizarse el Consejo de Ministros, el presidente de la Sociedad Agropecuaria de Cerro Largo, Martín Uría, expresó que el ministro “dice que no va haber un aumento de carga tributaria, pero habilita la posibilidad del reaforo. Es decir, el porcentaje del tributo no se va aumentar, pero sí el valor del bien sobre el que se aplica ese porcentaje”.
Y aclaró que “ya estamos acostumbrados al manejo de palabras que se hace. Personalmente, me quedo con más dudas de las que tenía antes de la declaración”, dijo.
Uría entiende que no está mal el reaforo, pero “habría que adecuar la tasa: disminuir la tasa sobre el bien que se aplica, justamente para no aumentar la carga impositiva”, señaló. Desde su punto de vista, esto no es un aumento o un ajuste “aislado”, ya que el sector agropecuario “viene sufriendo ajustes permanentes, directos e indirectos”.