Hacia la mejor producción de lana y carne ovina mediante adecuado uso de recursos genéticos disponibles en el país

Con la presencia de dos exministros de Ganadería, Agricultura y Pesca, directivos grupos de criadores de razas ovinas, técnicos, estudiantes y productores de todo el país, se desarrolló en las instalaciones de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, la presentación del proyecto “Mejora de la rentabilidad de la producción ovina, mediante el adecuado uso de recursos genéticos disponibles en el país”.
Puesto en marcha recientemente por las facultades de Agronomía y Veterinaria, el trabajo es dirigido por Raúl Ponzoni de Facultad de Agronomía, y ejecutado por José Francisco Ramos y Julio Olivera. Cuenta con el apoyo de la Central Lanera Uruguaya, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y las sociedades de criadores Corriedale, Highlander, Merino Dohne y Romney Marsh.
En una sala repleta de interesados en conocer los objetivos de la investigación, se encontraban Gonzalo González, ministro de Ganadería entre marzo de 2000 y julio de 2003, y Martín Aguirrezabala, también ministro de la cartera entre julio de 2003 y marzo de 2005. Además, la presencia de Mario Azzarini, exdocente e investigador del rubro ovino, ya jubilado.
En diálogo con EL TELEGRAFO, Ponzoni explicó que el objetivo del proyecto es “evaluar el comportamiento productivo y reproductivo de animales Corriedale, Merino Dohne, Romney Marsh, Highlander y Corriedale Pro en la Eemac”.
El profesional sostiene que las razas doble propósito que se destacan por su tasa reproductiva y velocidad de crecimiento “resultan especialmente atractivas en momentos como el actual, de precios favorables para la carne ovina. La importancia relativa de la carne ovina como contribuyente a los ingresos de los productores ha aumentado marcadamente. Sin embargo, la lana sigue siendo un contribuyente importante al ingreso derivado de la producción ovina y los productores muestran interés en valorizar su zafra”. Los propósitos de la propuesta incluyen mostrar el potencial de producción de algunos genotipos doble propósito tradicionales, así como de otros más recientemente introducidos o desarrollados en el país. Además, “generar respuestas a algunas preguntas que en el momento actual no podemos responder con base científica, tales como desempeño relativo de los genotipos involucrados en cuanto a reproducción, crecimiento, características de la res y la carne, y producción de lana”.
Ponzoni agregó que también se pretende “definir la situación en lo referente a resistencia a las parasitosis internas en todas las razas participantes y decidir acerca de los cursos de acción que corresponda”.
EN LA EEMAC
Para el proyecto que se realiza en la Eemac, se dispone de una majada de entre 30 y 60 ovejas de cría por raza, que se aparearán inicialmente con carneros de la misma raza. La primera encarnerada tiene lugar en este otoño. Más adelante, “digamos en 2019 o 2020, cuando haya cierto exceso de hembras, parte se apareará con carneros de una o más razas terminales”, acotó Ponzoni.
Sostuvo que “está previsto discutir objetivos del trabajo con las sociedades de criadores de todas las razas involucradas. La elección de carneros a usar se realiza con el consentimiento de sus representantes. Periódicamente se discutirán los resultados obtenidos con miembros de estas gremiales”.
Aclaró que los beneficiarios directos “serán los productores de ovinos, que a la luz del conocimiento generado en el marco del presente proyecto puedan tomar decisiones bien informadas que les permitan aumentar la rentabilidad del rubro”.
Los estudiantes cursando materias vinculadas a la producción animal se beneficiarán de una exposición directa a la producción ovina en la zona noroeste del país y a las oportunidades ofrecidas por diferentes genotipos. También el público más general que visite la Eemac, “ya que podrá apreciar ejemplares de una diversidad de razas, y familiarizarse con las opciones a disponibilidad de los productores”. Y agregó que “se elaborarán informes anuales con los resultados obtenidos para ampliar el espectro de personas que accedan a la información generada, y se publicarán regularmente los resultados que vayan emergiendo del proyecto”.
El responsable del proyecto que comenzó este otoño con la encarnerada de las ovejas, manifestó que “la duración anticipada de una primera fase del proyecto es de cinco años. Al final de este período se efectuará una revisión de lo acontecido y se decidirán las acciones futuras”.
Acotó que para completar el proyecto “se requieren cinco años adicionales, pero es prudente examinar lo ocurrido al final de la primera fase y tener una instancia en que sea posible alguna rectificación en la implementación del proyecto”.
UTILIDAD PRÁCTICA
El investigador resaltó que se pretende brindarle “utilidad práctica a los productores de ovinos”. Además, “existe el interés científico y docente de observar la productividad y rentabilidad, en un ambiente común, de las razas involucradas que no han sido investigadas, de modo que la información generada será la primera en el país para un sistema como el que se propone”.
Mediante la colección y análisis de información objetiva acerca de los diferentes genotipos, “la presente propuesta intenta ofrecer opciones a aquellos productores que desean valorizar su producción de lana y carne, y aumentar la rentabilidad de su majada. Cada raza exhibirá sus virtudes, y el productor podrá elegir aquella que mejor se adecue a su sistema de producción y comercialización.