En “Campo Nuevo” de los hermanos Tortorella, vaquillonas entoradas con 15 meses presentan el 91% de preñez

Para los hermanos Tortorella, presentar al casi centenar de personas que asistieron a la jornada que mostró la aplicación de tecnologías en un sistema de cría de basalto, sus vaquillonas entoradas a los 15 meses (y menos también), fue la forma de demostrar que lo bueno, sobresale. Es que prácticamente no cabían adjetivos para describir el soberbio estado de los vientres que alcanzaron un 91% de preñez y que se observaron casi al final de la recorrida en “Campo Nuevo”.
El trabajo que desarrolla Gonzalo “Bocha” Zabaletta desde hace varios años, junto a tres funcionarios, es un ejemplo a seguir que Aurelio Tortorella valora constantemente, junto a su hermano Julio, con quien componen la firma en un predio de 959 hectáreas en la zona de Santana, departamento de Paysandú.
Hasta allí llegaron productores (algunos desde Rivera y Durazno), técnicos y estudiantes, atraídos por ver qué se ha hecho en el marco del proyecto de relevamiento y difusión de mejoras en la cría de vacunos de carne, que realiza el Instituto Plan Agropecuario, en el desarrollo del Fondo de Transferencia de Tecnologías y Capacitación Relativo al Sector Agropecuario.
Los ingenieros agrónomos Juan Andrés Moreira (quien hace el seguimiento) y Esteban Montes brindaron información técnica, acompañados desde la institución agropecuaria por el técnico zonal Rómulo Cesar y el presidente de la Mesa de Campo Natural, Marcelo Pereira, en tanto Zabaletta respondía las consultas de los productores.
Tras conocer los aspectos inherentes al establecimiento, como ser cuál es el área que se utiliza con pasturas naturales (628 ha, 65%), praderas (146 ha, 15%), agricultura (99 ha de sorgo forrajero, 10%), y forestación (58 ha, 6%), los asistentes a la jornada –que tenía un título muy atractivo: “entore con 15 meses, creep-feeding, pasturas y suplementación”–, se dirigieron al campo para ver “en carne” propia lo que se hace en “Campo Nuevo”.
Previamente se informaron que 600 vacas componen el rodeo al entore, que 832 hectáreas es la superficie de pastoreo, por lo que la relación de vacas de cría por hectárea de pastoreo es de 0,72 cabezas, y que la edad al primer servicio está entre los 15 y 17 meses.
El entore es entre noviembre y enero, los partos se producen entre agosto y octubre, y el destete es entre abril y mayo. La razón fundamental “se basa en la mejor época para los partos, en función del pico de producción forrajera de primavera y pasturas que maduran muy temprano por la seca de enero”, explicó Zabaletta a EL TELEGRAFO y agregó que otro factor “determinante son las bicheras de verano”.
EL SISTEMA
El sistema productivo de “Campo Nuevo” se encara desde la ganadería de carne con vacunos de la raza Hereford y agricultura realizada en medianería.
En ganadería, el ciclo es criador con ventas de terneros al destete en otoño y vacas de invernada gordas. En total (entre todas las categorías), posee 1.054 cabezas de ganado.
En cuanto a las estrategias generales para el manejo del rodeo de cría, la prioridad en “Campo Nuevo” es clasificar por edad al parto y condición corporal. Se realiza un monitoreo de actividad ovárica (DAO) en diciembre”.
Además, se hace hincapié en la utilización de praderas según edad, parto y ciclo estral. El uso de sales minerales fosfóricas sobre fines de invierno-primavera; destete temporario ocasional, según el año y la categoría; destete precoz en diciembre a las vacas en anestro profundo, y la inseminación a tiempo fijo en vaquillonas de primer servicio (IATF).
Respecto a las recrías, los terneros están al pie de la madre (2 a 5 meses), suplementados con proteínas, mediante la técnica del creep-feeding en comederos de autoconsumo. En tanto los machos se venden al destete en abril-mayo (pesando entre 170 y 190 kilos), junto a las hembras más livianas (30%).
Las hembras seleccionadas después del destete pasan a pradera de festuca y lotus, racionadas en autoconsumo desde el primer mes, durante un período de unos 120 días (ración balanceada de recría con 14% de proteínas). Consumen unos 2 a 2,5 kilos por día. “El objetivo es que alcancen un peso de unos 300 kilos previo a la inseminación”, aclaró Zabaletta.
Al colocar los dispositivos intravaginales, previo a la inseminación en octubre, se realiza diagnóstico de actividad ovárica, determinando el grado de madurez sexual, comparable con un rodeo adulto. El primer servicio es realizado cuando tienen entre 15 y 17 meses de edad y pesan entre 300 y 320 kilos, mediante inseminación a tiempo fijo, y repaso con toros.
Es importante tener en cuenta que todas las categorías llegan al parto manejadas sobre campo natural. Luego van entrando a praderas hasta diciembre, cuando se realiza diagnóstico de actividad ovárica y son clasificadas en función del ciclo estral.
EL LUNCH
Y como si de una fiesta se tratara, a la que estaban invitadas un centenar de personas, ya la entrada –gastronómicamente hablando– fue un interesante aperitivo y presagiaba lo que seguiría. En escena aparecieron 143 vacas con cría al pie (286 piezas de cría) con vientres de tercer servicio en adelante, pero terneros acercándose al tamaño de novillos, con vacas de exuberante estado.
En este potrero y en una constante que se repetiría en los restantes, había muy buena sombra, producto de un convenio firmado por “Campo Nuevo” con una empresa forestal, distribuido a lo largo del predio, de manera que en ningún lugar falte árboles que brindan sombra y abrigo. A eso se suma agua en todos los potreros y comederos para la suplementación de los animales, con el creep-feeding que permite una alimentación diferencial para los terneros.
De allí los participantes se dirigieron a observar otro de los lotes de ganado con cría, en este caso unas 65 vacas de segundo servicio con su cría al pie, en un estado envidiable, fruto de las excelentes pasturas de esta época del año. Y luego, 200 piezas de cría más, vacas con más de tres servicios, pero separadas del primer lote observado por actividad ovárica, con anestro superficial.
ENTORADAS A LOS 15 MESES
Ver cómo es posible entorar vaquillonas de entre 15 y 17 meses (y algunas de menos edad también), y que llegaran con más de 300 kilos a ese momento generaba muchas expectativas.
Y el impacto fue positivo. Varios teléfonos procuraban documentar que sí se puede con un trabajo serio y responsable. “En este lote hay animales de 14 y 13 meses de edad”, comentó el doctor Andrés Hiriart. En Campo Nuevo “se apunta a la crianza con creep-feeding que repercute mucho en el ternero y la crianza de esa futura madre”, sostiene el profesional.
“A esa ternera en el primer invierno se la ayuda mucho con comida con buenas pasturas artificiales y en donde se le brinda prioridad a esa futura madre, de ahí que se llega a madres de más de 300 kilos con 15 meses”, precisó.
“Acá parten a trabajar cuando nace el animal y desde ahí lo tratan muy bien”, apunto el ingeniero agrónomo Juan Andrés Moreira, del Plan Agropecuario. “La primera tecnología aplicada ni bien nace el ternero es la suplementación diferenciada por el creep-feeding, que se hace al pie de la madre”.
Ese animal, que además de la leche materna consume ración, tiene un desarrollo bastante particular con altas ganancias de peso, que determina que se desteten con pesos próximos a los 200 kilos en marzo y abril. De ahí pasa a un sistema de recría, con áreas de pradera de vida larga y suplementadas con ración de recría, con ganancias muy altas, de alrededor de 1 a 1,200 kilo por día, y determina que entre los 15 y 17 meses llegue con 300 a 320 kilos de peso”.
Aclaró que “a ese animal se le hace implante de dispositivos con hormonas y a partir de ese momento pasan a la inseminación a tiempo fijo. Este año el porcentaje de preñez fue excelente, de 91%, un excelente resultado para una categoría de 15 meses, lo que se puede definir como récord”, dijo Moreira.
Previo a la inseminación, a los animales se les hace un monitoreo de madurez sexual; los animales llegan con una “tonicidad” casi similar a un animal adulto.
Sobre el final de la jornada, se observó un lote de 60 terneros de destete precoz, que mostraban un interesante estado. De ahí se trasladaron al galpón, en donde se plantearon todas las interrogantes. La jornada finalizó entrada la noche del viernes con un ágape luego del cual los visitantes que se retiraron convencidos de que la aplicación de tecnologías en un sistema de cría en basalto es un excelente camino para mejorar la rentabilidad del negocio.